No es ninguna novedad afirmar (más bien reconocer) que Martín Rodríguez hace uno de los más apetecibles blogs de éstos que hablan de política. Además de reflexionar sobre política, Martín escribe muy bien; se disfruta su escritura, su forma, y luego, su contenido específico. Eso sucede con alguien que escribe bien: se lo aprecia literariamente.
Y por si esto fuera poco, últimamente Martín viene escribiendo unos ensayos políticos breves del carajo, que emanan una lucidez que a mí me gustaría tener cuando me siento a escribir.
Recomiendo fervientemente la lectura de uno que se refiere a Duhalde, pejotismo y conurbano.
Una frase del artículo que me dejó pensando, porque yo alguna vez lo pensé pero no encontré palabras para plasmarlo, dice: "la única oportunidad histórica del kirchnerismo se está perdiendo, y esa oportunidad de alguna manera tenía que ver con los pobres, con la pobreza, con ciertas esperanzas de impronta redentora". La impronta redentora. En eso pensaba, y qué mejor que este peronismo kirchnerista para encararla, porque tiene herramientas para hacerlo. Pero por ahora, parece que no.
No sé si histórica como dice Martín, pero esa oportunidad era (¿es?) posible, mientras el tiempo se aproveche. La idea de impronta redentora, la devolución de sentidos fuertes a la política, en eso pensaba. Y Martín lo escribió en ese ensayo que suscribo.