Los muchachos de la Comisión Interna (CI) del Subte tienen una adicción que deberían tratar-se: la adicción al paro. Y en particular al paro sorpresivo.
La creatividad combativa de la CI no va más allá del paro, pero la notoriedad se amplifica por ser trabajadores de un servicio público estratégico y masivo, aún más que otros transportes.
Nada digo si el paro y la medida de fuerza tienen por objeto un aumento salarial o la reincorporación de trabajadores despedidos; mucho me alegra cuando la protesta incluye el levantamiento de molinetes y dejan viajar gratis al pueblo argentino, provocando cuantiosas pérdidas a la empresa concesionaria (que ésta recupera vía subsidios, pero ese es otro tema). Lástima que ello no suceda a menudo.
Más a menudo sucede que hay paro. Paro sorpresivo. Ése les gusta más, porque así demuestran lo combativos que son.
En cualquier momento se viene la huelga general revolucionaria para la toma de poder. ¿Leyeron a Sorel los muchachos de la CI del subte? ¿Dormirán con una foto de Tosco en la mesita de luz, pensando que son sus herederos en la lucha (de clases)?
Lo cierto es que a los de la CI del subte los excita el paro sorpresivo. El que genera desconcierto y bronca en los morochos que vienen a laburar desde las catacumbas conurbaneras.
Los muchachos de la CI dirán que los morochos se quejan contra ellos equivocadamente, porque carecen de conciencia de clase. En cambio, ellos están avivados, llevan adelante una lucha revolucionaria que el pueblo "no comprende".
Pasa que las mucamitas y los albañiles que toman el subte no entienden: tienen una "falsa conciencia", culpa del peronismo bonapartista. Los muchachos de la CI del subte esperan que en algún momento ese pueblo alienado se avive, y se una a ellos en la lucha revolucionaria.
Por ahora se dedican a hacer paros sorpresivos. Antes era por un aumento salarial, por mejorar las condiciones laborales. Algo incuestionable.
Pero ahora paran por cualquier cosa. Hace unos meses pararon por problemas en el escalafón de personal: parece que el tema ameritaba un parito. Después pararon en solidaridad con el paro de colectiveros por inseguridad: muy loable, pero podían haberlo anunciado con tiempo para no dejar varada a la gente a las nueve de la noche, sin saber siquiera por qué estaban cerrados los accesos a las estaciones. Un cartelito, muchachos de la CI, de última, para que el pueblo trabajador que regresaba al conurbano supiera por qué mierda no había subte.
Y siguen con la adicción al paro: ahora pararon por una interna sindical. Si cada sindicato parase por una interna sindical, no laburaría nadie en la Argentina. Pero la CI del subte es muy revolucionaria, y te para todo porque un par de dirigentes de la UTA los fueron a patotear. Un tema gravísimo, que ameritaba al parecer y sin dilaciones, otro parito.
Porque es la lucha de las bases revolucionarias contra los mafiosos de la burocracia. Y quién te dice, pero a lo mejor la CI del subte se transforma en la vanguardia de la revolución proletaria mundial.
Pero por ahora demuestra que no puede manejar una interna sindical sin ir al paro.
Una mujer humilde que se come las eses dice: "Nosotros (los pasajeros) también somos trabajadores, y el patrón no entiende las explicaciones, y perdés el trabajo si no llegás".
CI del subte, teléfono. Escuchá eso. No estás cagando a Benito Roggio con el paro sorpresivo que convocás porque "los patoteros" de la UTA te pegaron un par de cachetazos.
Frivolizás la protesta sindical. Hacés paro por situaciones que no lo justifican.
Te volvés reactiva al pueblo del que te decís solidario. Escuchá, CI del subte. Dejá la adicción al paro, que hay otras formas de lucha gremial. Vas a terminar parando en repudio al hambre en Somalia, al genocidio racial en Burkina Faso, o a la intervención yanqui en Santo Domingo (que fue hace 43 años).
Los muchachos de la CI del subte se deben creer que son el Sitrac-Sitram versión 2008.
Por lo menos, muchachos de la CI, si van a parar por deporte, liberen los molinetes, dejen pasar al pueblo trabajador, sean populares de verdad.
