Cuando todavía este blog no estaba en mis planes, y recién descubría el universo de los blogs políticos (entre julio y agosto de este año), luego de haberme cansado de la definitiva mezquindad informativa y analítica de otros soportes más convencionales, caí como por azar un día en Artepolítica. El primer artículo que leí fue ¿Profundización de la Democracia o Avance de las Corporaciones? Me sorprendió la lucidez y la articulación analítica, además de la coincidencia casi absoluta con lo escrito. Algo que no me pasa habitualmente con lo se escribe por ahí. Luego de leerlo, copié el texto y lo guardé. Tampoco suelo hacer esto. El texto lo firmaba un tal Ezequiel Meler. Pensé: “¡Qué buen artículo escribió este tipo!”.
Luego descubrí su blog, y seguí leyendo sus artículos y comentarios en AP, donde Ezequiel siempre plantea debates y líneas de argumentación ambiciosas y profundas, con intercambios difíciles de encontrar no ya en los blogs, sino incluso en publicaciones especializadas o en el aburguesado mundo académico.
No conozco personalmente a Ezequiel, pero puedo inferir de su escritura que siente pasión por la política y el irrestricto debate de ideas, en un tiempo en que la política no conmueve a nadie, ni convoca entusiasmos mayoritarios, y por eso es aun más valiosa la apuesta de Ezequiel, que es un poco la de una gran parte de los que escribimos. Con Ezequiel tenga en común la edad y haber pasado por la experiencia militante, y en términos más laxos, una mirada de la política. Y sin duda debo decir que, Ezequiel, vos tenés una de las mejores plumas de las que puede haber, porque promovés y generás debates que necesitan ser planteados, y que no cualquiera está en condiciones de llevar adelante.
Digo todo esto porque Ezequiel ha decidido cerrar su blog y alejarse de la blogósfera, como detallada y lúcidamente lo narra en este post. A todos los amigos blogueros sugiero la lectura del artículo, porque en él Ezequiel se explaya sobre las expectativas y los resultados de su experiencia bloguera, que no fueron los por él esperados; habla de la irremediable banalización de ciertos debates, de la importancia clave que tiene haber pasado por la práctica militante para legitimar determinadas ideas, de la despolitización que vivimos, de los falsos pluralismos que se invocan para luego descalificar o agredir en lugar del debate maduro, y respetuoso de la palabra ajena. Cosas que suscribo porque son una verdad palpable. En la blogósfera hay tanta disparidad como la hay en todos los aspectos de la vida social.
Pero también considero, Ezequiel, que hay un espacio fértil y viable en el cual se pude hacer un positivo intercambio de ideas. El nuestro. El de todo este conjunto creciente de blogs políticos que vos llamás con acierto la familia bloguera. Aun en la diversidad y disparidad, creo que hay un núcleo aglutinante, con mayores o menores pretensiones, hay lugares de identificación política. Y hay un debate posible. Nunca va a ser el ideal, como nunca nada es ideal en política, y vos lo sabés muy bien, porque la experiencia militante también da cuenta de eso.
Ezequiel, entiendo, comprendo y acepto tu decisión de cerrar el blog, porque cada experiencia de esta índole es personal e intransferible, y quizás yo un día me pudra y largue todo. Pero no la comparto, me parece muy drástica. Creo que deberías seguir escribiendo, seguir con tu blog, creo que ciertos debates son posibles. No creo que la blogósfera sea peor que otros ámbitos de discusión, tiene los mismos déficits y virtudes que otros espacios. Las mismas luces y sombras. Pero creo que hoy la blogósfera se constituye en un lugar necesario para muchos que no encuentran respuestas en otros más convencionales, y por ese sólo hecho vale la pena escribir. Porque sólo (y nada menos) se trata de escribir, y espero, Ezequiel que lo sigas haciendo.