tag:blogger.com,1999:blog-75899468291996143602024-03-14T10:13:42.015-03:00Desierto de IdeasLucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comBlogger302125tag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-52759962274531518852016-05-17T09:00:00.000-03:002016-05-17T09:00:13.033-03:00Ley antidespidos y mesa de arena<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entre
las asimetrías políticas que no permiten una diagnosis productiva de la
situación del empleo, hay una central: la movilización de la CGT no tuvo un
correlato representativo automático en la cuestión “ley antidespidos”, dejando al desnudo
en qué medida la balcanización del peronismo político expresa una realidad que
avala el estándar alto de gobernabilidad de Macri en este tema (a pesar del
nivel de contenciosidad que la CGT dejó atestiguar el 29A) y en otros como el
manejo político del cauce institucional hacia gobernadores e intendentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Que la
discusión política de los despidos tenga más peso que los despidos en sí ayuda
a entender por qué este panorama pluridimensional aplana la efectividad
contenciosa del peronismo y avala el cálculo político de Macri: los sindicatos
del sector privado están cerrando paritarias anuales de 33% promedio y
semestrales de 22% y la percepción del gobierno es que si la aristocracia
obrera compensa a la baja (con números similares a 2014) en una paritaria
finalmente “libre”, esto reduzca el peso específico del costo político en la
columna “despidos”, más aun si el peronismo no puede hacer reflejar con astucia
la presunta gravedad unidimensional del problema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hacia el
interior del frente opositor, la respuesta política a través del formato “ley
antidespidos” y el conflicto entre proyectos permitió cristalizar (nuevamente)
el problema central de representación que templa a fuego genuino la interna
peronista: un clivaje descendente (PJ-kirchnerismo) versus un clivaje
ascendente (Massa-frentismo) que también expresa los lenguajes adentro-afuera
con respecto a lo que al peronismo le falta para conformar una representación
ganadora que lo devuelva al poder. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Que la
pyme haya sido excluida como un actor social de empleo diferenciado de las
grandes empresas por la propuesta efepeveista dice mucho acerca de la
predominancia retórica del kirchnerismo dentro del dispositivo PJ, y
básicamente, refleja una incomprensión
de la realidad de la pyme en un contexto de reflujo laboral donde predominan
las suspensiones y el subempleo por la excesiva presión impositiva sobre los
costos fijos. Ahí es donde Massa logró meter la cuña poniendo al problema pyme
del lado frentista del que la propuesta efepeveista lo excluía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri
está muy pendiente de esta cadena de déficits: si él no desarrolló una franela
política para acercar a los sindicatos a una negociación que no pudieran
rechazar (la gimnasia no explorada de un acuerdo económico y social, el
“engaño” de Ganancias, el no uso de instrumental estatal disponible para bajar
la expectativa inflacionaria en puntos centrales de la canasta básica) y
evitara la movilización defensiva y cauta de abril, la pretensión meramente
declarativa (“defender al trabajador” como frase de sobrecito de azúcar) de la
“ley antidespidos” del efepeveismo terminó por licuarle políticamente la
titularidad del reclamo gremial y puso en valor a Massa como el vehículo más
idóneo para darle traducción política a la dimensión realmente existente del
problema social de la inflación y el empleo. En este juego a tres bandas, Macri
asume riesgos y beneficios: el efepeveismo no puede capitalizar los bolsones
de</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">“no política” que exhibe el gobierno,
pero si Massa se capitaliza a costa del kirchnerismo puede armar una oposición
con una capacidad electorable que dañe al oficialismo en 2017.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
discusión de una ley antidespidos sirvió también para testear cual es el
instrumental ofertado por la ley (en este caso, “la política”) frente a una
situación laboral que no está en una fase terminal de despidos pero sí muy
backupeada por dos años más de inflación y pérdida de poder adquisitivo contra
un 2014 macroeconómico bastante similar en progresión (devaluación sin
exportaciones-alta inflación que horada la unidad de cuenta de los precios
básicos- aumento residual de desempleo, centralidad del subempleo y las
suspensiones); en el plano del “debate político” de los despidos, las
propuestas del Pro y Fpv mostraron una ignorancia bastante preocupante de la
realidad y potencialidad central de la economía pyme en el país, cuando lo que
hay es una presión sobre los costos vía inflación que lleva a un aumento
flotante de suspensiones-despidos pero de ningún modo a una inexorabilidad del
despido como mecanismo generalizado de la política laboral privada.</span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La doble
indemnización es un mecanismo creado a imagen y semejanza de la cartografía
representativa del sindicalismo peronista: un gesto disuasivo para defender a
los trabajadores de las grandes empresas que sostienen el esqueleto del mercado
interno argentino ante una situación terminal en el mercado laboral (2002).
Kirchner derogó el decreto en 2007 pero parece necesario que la institución
esté regulada más allá de su aplicación concreta, hoy inviable para la pyme en
la medida que no hay razones para forzar la inexorabilidad del despido en un
mercado que puede terminar absorbido por empresas más grandes que sí puedan
pagar la doble indemnización, por lo menos en el estricto terreno de las
conjeturas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
pregunta sería por qué de toda la poderosa fábrica protectoria que el acervo
duhaldista nos legó, se apela más a la doble indemnización que a otros
instrumentos menos declarativos políticamente pero más dinámicos económicamente
como los REPRO (la gran creación de Graciela Camaño junto a los Planes Jefes y
Jefas) y el seguro de desempleo, bastante menos protagónicos en el debate
político de los despidos. Se trataría, en todo caso, de obligar a Macri a
subsidiar ahora el costo social para llegar al segundo semestre sin dejar a las
pymes en la estacada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
pregunta es también si Macri está dispuesto a hacer un poco más de política con
el instrumental estatal heredado: si a la prórroga de los REPRO vigentes va
agregar nuevos para focalizar más en el desempleo flotante actual (el generado
a partir de su propio ciclo de devaluación-inflación-subempleo-despidos). O si
los yerros opositores del kirchnerismo-PJ alcanzan para que el gobierno piense
que no necesita “perder el tiempo” con política en la medida que su base de
sustentación electoral permanezca intocada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese
sentido, la mesa de arena que difunde Monzó sintoniza bien con la idea de
empate no hegemónico que dejó <i>la elección
real</i> del 25 de octubre de 2015: <i>que
el 2017 se juega en la PBA y no en la ficción del distrito único nacional</i>.
Macri con la caja tiene que mostrar resultados políticos para bancar una
gobernabilidad de minorías que lo asiente en cerca de 40 puntos nacionales: la
región centro la resuelve con más inercia que política, NOA-NEA es expertise de
caja y PBA es la que más democráticamente expresa los “tres tercios” del empate:
el peronismo Pro no suma a Cambiemos pero fracciona el voto panperonista (el PJ
sin plus electorable pero con kirchnerismo retorico ya está debajo de los 30
puntos distritales) y Massa vuelve a jugar como bisagra de salida oficialista
ídem 2013 pero ahora frente al macrismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Territorialmente,
el panorama balcanizado y a la vez decisivo de la PBA 2017 permite ver varios
caminos para llegar a un mismo objetivo en 2019, todos ellos bastante poco
regidos por los incentivos de una “pertenencia partidaria” que garantice esa
misma llegada<i>, por lo cual las estructuras
van a ser más móviles que nunca</i>, y la caja, bien manejada, puede tener más
incidencia que en otras elecciones.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que deja subyacer la mesa de arena de
Monzó (que con la sola modificación de los ejes de ubicación podría ser la de
Randazzo, la de Massa, o la de cualquier
otro peronista blanco bonaerense) es que si se conduce con cierta eficacia el
desorden en un sistema político sin dominancia hegemónica, la electorabilidad
es el único punto autónomo (es decir, político) que ordena (para bien o para
mal) desde que lado van a venir esos cuatro o cinco puntitos que se necesitan
para ganar.</span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><o:p></o:p></span></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-13167833669636347562016-03-08T09:00:00.000-03:002016-03-08T09:00:28.226-03:00Castillos de naipes<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El logro más importante de mi gobierno fue Tony Blair.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Margaret Thatcher,</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">cuadro del partido del orden británico, 2002.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el plano macroeconómico, el gobierno de Macri decidió
apostar a un posibilismo previsible, aun cuando la situación otorga un margen
de maniobra para un mejor trabajo de sintonía fina: por ahora solo se hace
política fiscal y monetaria que ni siquiera llega a expresarse como un
inflation targeting rígido sino como una ganancia de tiempo para cerrar con los
holdouts y que los dólares financieros empiecen a “tocar” la economía a partir
del segundo semestre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La fase productiva del plan económico (la más compleja y la
que requiere más expertise política) parece diferida, aun cuando el Estado ya cuenta
con herramientas para empujar exportaciones que devuelvan dólares rápidos para
levantar el mercado interno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La primera vuelta de la elección presidencial dejó la marca de
las preferencias electorales reales, y expresó un empate no hegemónico que
transversaliza a lo largo de todo el escenario político, con independencia de
los ganadores y perdedores efectivos del turno electoral.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese sentido, es el parlamento nacional la caja de
resonancia de esa densidad política que busca instaurar una nueva dinámica
entre oficialismo y oposición, muy alejada (por nombres propios y correlación
de fuerzas) de la que había regido durante la hegemonía kirchnerista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri no tuvo que convocar a sesiones extraordinarias para
que se produjera una fractura inicial del FPV; ahí ganó y evitó amortizar
“roce” en una zona que el gobierno todavía juzga infértil. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otro desafío que Macri hasta ahora resolvió positivamente es
la contención de la UCR (vedándole todo espíritu conchabista en el PEN) dentro
del interbloque Cambiemos, donde todavía no aparecieron las “fugas temáticas”
que la UCR partidaria solía exhibir ante sus propios Ejecutivos (Alfonsín y
DLR).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con cierta eficacia para disciplinar estatalmente el frente
interno legislativo, el gobierno trata ahora de prorratear los incentivos hacia
el archipiélago panperonista: Massa por un lado, los gobernadores del PJ por
otro. Este aspecto de la relación parlamentaria transita por un camino a-partidario,
en el cual las productividades políticas germinan en el aquí y ahora de la
gestión: son las zonas del estado y no las del partido las que definen, todo el
tiempo, la relación de la política con la representación. </span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De ahí que la
tendencia a la negociación se haga en defensa propia por cada espacio político
y no tanto “en favor” de Macri, como el unidimensional análisis “resistente”
suele equivocadamente leer.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vía vandorista lúcida tuvo distintas fases, y de ellas
puede extraerse la posición diferencial que cada sector panperonista ocupa en
el tablero opositor.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Massa, consciente de que tiene una capacidad instalada institucional
inferior al PJ, se apuró a acaparar la negociación con el gobierno y hacer la
ocupación de espacios <i>antes</i> que el PJ,
aprovechando el lastre orgánico con que el kirchnerismo obtura la maniobra
vandorista dentro del efepeveismo. Precisamente, lo que desde el kirchnerismo
se designa como “cogobierno”, no es otra cosa que esa puja entre el FR y el PJ
frente a Macri para defender su posición relativa “opositora” en sincronía con
la naturaleza de los votos recibidos en octubre.</span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La definición parlamentaria del 15% de coparticipación a las
provincias verificó como esa puja intraperonista va ampliando la lógica
vandorista: el PJ ahora ve como necesario ocupar la franja negociadora que
detenta Massa, y le pide a Macri que negocie con ellos directamente. El PJ
“puede” querer negociar con Macri, pero el problema es la latencia del lastre
orgánico kirchnerista que no permite completar la jugada vandorista. No
obstante, la negociación inicial de Massa hace crecer la pulsión negociadora
del PJ y por lo tanto éste exacerba su tensión interna con el kirchnerismo.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como vemos, la disputa entre FR y PJ afianza la tendencia
negociadora de la política parlamentaria y a la vez mantiene esmerilado pero
vigente el punto de anclaje “obsoleto” (la estatalización partidaria) que
sostiene el vínculo coalicional entre el PJ y el kirchnerismo dentro del
efepeveismo. Eso hace que los gobernadores deban negociar a título personal y/o
regional y no tanto en nombre del partido, y que Massa termine garantizando más
y mejores incentivos, también por encima de cualquier posición partidaria.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La prevalencia de una tendencia negociadora puede ahondar la
proliferación <i>nominal</i> de bloques
(sindicales, provinciales, regionales) dentro de <i>todo</i> el peronismo parlamentario que operen por afuera de los
encuadres partidarios. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para saber si esto perjudica o no la cohesión política
de cada fuerza parlamentaria, hay que analizar cuál es la posición relativa de
cada jugador para conducir el “desorden” de la balcanización legislativa: no es
lo mismo una <i>balcanización táctica</i> que se “ordena” elásticamente en un
interbloque que refleja el verdadero alcance del manejo político (por ejemplo,
las “concesiones” de Massa a dos gobernadores ganadores como De la Sota y Das
Neves) que una <i>balcanización operativa</i> originada en un fallo de conducción cuyo
núcleo supérstite rechaza toda vocación interbloquista (por ejemplo, la merma
numérica del FPV con la escisión del Bloque Justicialista o la comisaría
política de Capitanich a los legisladores chaqueños) y solo admite el encuadre
legislativo detrás de los que fueron derrotados.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-83336867319673736832016-01-22T09:30:00.000-03:002016-01-22T09:30:12.666-03:00Jujuy y los lobos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-dBXIfitdSUieV5R8vsz_PEIzz-mXNjYVSP7smX4pL-QmZT_jx0yroEYxCPnHrIIX_3NZ7MFA5jGsdA5mv12QTMz6ldhOFy0malD8KlFwhbCUeXpNmjT0kVbC6tFbajRtAtuAzAArL_k/s1600/morales-fellner-jujuy.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-dBXIfitdSUieV5R8vsz_PEIzz-mXNjYVSP7smX4pL-QmZT_jx0yroEYxCPnHrIIX_3NZ7MFA5jGsdA5mv12QTMz6ldhOFy0malD8KlFwhbCUeXpNmjT0kVbC6tFbajRtAtuAzAArL_k/s400/morales-fellner-jujuy.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando Gerardo Morales tuvo que explicar las causas de su
acceso a la gobernación, optó por las razones políticamente más silvestres: el
Partido Justicialista jujeño había abandonado la calle, el manejo del Estado no
había generado una actualización policlasista de su representación sino más
bien una pérdida en su propia base social.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La explicación de Morales, más política que
“republicanista”, sirve para entender cuáles fueron las mutaciones recientes
del sistema político jujeño y hasta qué punto el nuevo gobierno encara, en la
confrontación con Milagro Sala, una discusión por el poder político provincial
que trabaja sobre las “ausencias” que fue dejando por el camino la hegemonía
justicialista de los últimos diez años (el triunvirato político-económico
Fellner-Jenefes-Rivarola).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La disputa con Sala transita por un carril meramente
provincial: hay poco Macri o PRO que pulse sobre la sustancialidad de la
política jujeña, de ahí que la “nacionalización” del conflicto incurra en
distorsiones que solo tienen productividad política para la posición del
kirchnerismo dentro de la “interna peronista” pero explique poco sobre lo que
se discute políticamente en la provincia y sobre el peso genuino de las
preferencias electorales: Macri salió 3º cómodo en la elección presidencial
jujeña, lo cual derivó en una “interna general” peronista entre Massa y Scioli
que ganó Massa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Morales había interpretado ese escenario a la hora de
conformar el esquema coalicional: fue el único candidato radical que entendió
que una provincia peronista se gana con peronismo y que para desplazar una
conformación feudal hay que participar de ese slang idiosincrásico en la trama
de las decisiones y el armado partidario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A diferencia de los peronismos de la región, el PJ jujeño no
pudo sintetizar una representación aggiornada que cabalgara la etapa
kirchnerista, y en esa fisura entra Milagro Sala para gestionar el “trabajo
sucio” frente a los sectores más pobres que Fellner termina por delegar,
quitando al Estado y al partido de esa zona de roce político, con dos daños
centrales: distanciar al electorado pobre de toda fase institucional en la que
el propio peronismo se reconoció históricamente, y perder la adhesión de
sectores medios y bajos no estatalizados que dejaron de ver en el PJ al partido
del orden provincial a partir del ingreso de Sala en la ecuación electoral (tácita
o concreta) del FPV.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la PBA, la peligrosidad <i>futura</i> de esa intrusión fue olfateada por los intendentes cuando
Kirchner le colocaba “por arriba” a los movimientos sociales con fierros
ministeriales para porratear el manejo de planes y cooperativas. Esa puja fue
abierta entre 2005 y 2008 en casi todos los municipios del conurbano y ganada
por los intendentes “por abandono” cuando Kirchner se tuvo que apoyar en el PJ
para aguantar políticamente el conflicto con el campo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En Jujuy, la eficacia política de Sala para manejar obras la
capitalizó a costa del Estado jujeño, pero como en toda lógica vandorista no
lúcida, no hay una traducción político-electoral disponible para coronar estos
procesos no estatales. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La inanición política de Sala mostró vicios típicos: un
manejo político muy rústico para disciplinar a los beneficiarios, la
imposibilidad de crear un “movimientismo” autónomo de los fondos estatales, y
fuera de la “emergencia socio-económica” que la vio nacer, crecientes
dificultades para contener adherentes políticos que derivaron en el manejo
discrecional de caja y beneficiarios con fines menos sociales que políticos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Morales detectó dos cosas: que la alianza con Sala había
liquidado al PJ y que el Estado provincial tenía una obligación irrenunciable
(a la que había renunciado): recuperar el manejo institucional de la asistencia
social. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Apalancado en el frescor del 58% de los votos y un consenso
entre los beneficiarios de que era mejor bancarizar el cobro de planes y asignaciones
y blanquear las cooperativas (para que los beneficiarios tuvieran obra social),
el decisionismo de Morales apunta a reconstituir la autoridad del gobernador
sobre una trama de sensibilidades bastante fiel a la epidermis peronista “perdida”
durante el fellnerismo. En ese sentido, detrás de la disputa con Sala está la decisión
hegemónica de Morales de “reemplazar” al PJ como partido del orden y recuperar
una relación política con la clientela de Sala.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El desafío para Morales es que la disputa central con Sala
derive en una política social cualificada por el retorno del Estado. Si este
casillero no se llena antes que otros, los problemas de gobernabilidad y
cohesión electoral surgirían. De ahí que el conflicto con Sala sea previsible
con toda su rispidez política: al PJ, evitarlo le costó la salida del poder.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La comprensión que tiene Morales de la dinámica “peronista”
de la gestión en Jujuy explica también los desplazamientos que ocurren dentro
del sistema político provincial: la hegemonía fellnerista dejó al PJ sin interfaces
de reproducción interna. No hubo ni mochilas, ni bastones, ni mariscales. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No
hubo camadas nuevas que dentro del dispositivo justicialista funcionaran como
anticuerpos de la mesa ratona de Fellner-Jenefes-Barrionuevo para oxigenar
representación. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La mayoría de las familias políticas históricas que mantuvieron
aireado al PJ (el vicegobernador Haquim, los Snopek, los Perassi) migraron del
FPV y se agruparon bajo el paraguas de FR-UNA para constituir la renovación
peronista realmente existente en la provincia, y vieron un mejor esquema de
poder en la coalición de Morales que en el PJ.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Más allá de la detención de Sala (que no obedece al acampe
sino una especie de prisión preventiva por entorpecer la investigación de
delitos de la que se la acusa), lo que se expresa en Jujuy son las mutaciones
de un sistema político que durante estos últimos años estuvo atravesado por una
anómala disminución de la soberanía estatal que liquidó a su autor político, y
que en cualquier discusión real por el poder, volvería al centro de la escena
como un derecho legítimo del Estado a restitutir. Solo se trata de política.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-17118101439539459872016-01-12T17:17:00.002-03:002016-01-13T12:03:52.591-03:00La gran aldea bonaerense<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnT5CM_qTntDnlTXzz2bKPhyl1YH-as-4hoDTATyrhigytH-U8YvOF6mBLWaiRQ2-yo1-qZ26_AU90flh3g3L0JGKLyBHOh8P1YARG9XYbd8m3ZxZfGXAVAYStTflIMAaL8yU2OCAEaZ8/s1600/Vidal_Cultura_Insaurralde.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnT5CM_qTntDnlTXzz2bKPhyl1YH-as-4hoDTATyrhigytH-U8YvOF6mBLWaiRQ2-yo1-qZ26_AU90flh3g3L0JGKLyBHOh8P1YARG9XYbd8m3ZxZfGXAVAYStTflIMAaL8yU2OCAEaZ8/s640/Vidal_Cultura_Insaurralde.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La derrota del Partido Justicialista en la provincia de
Buenos Aires en una elección ejecutiva para gobernador fue el evento político
que le dio cierta irreversibilidad ganadora a Cambiemos en el balotaje
nacional. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El humor social bonaerense fermentó al calor de una constelación de
abandonos de representación en temas como la inseguridad (y dentro de ella la
proliferación del delito violento), los servicios educativos y sanitarios
exangües que no encontraban un correlato con la presión impositiva exigida por
el gobierno peronista provincial a los sectores medios-bajos no estatalizados,
y ya dentro de la instancia electoral, la detección de que la candidatura
ofertada por el peronismo oficialista no sintonizaba con un esquema de
representación “ganador”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El triunfo de María Eugenia Vidal está integrado por dos
fases sucesivas (pero bien distintas) de acumulación de votos: en las PASO
cohesionó con eficacia el voto no peronista para llegar al 30%, y a partir de
allí hubo una suma silenciosa de voto panperonista de 10% para llegar a los 40%
de la victoria. Vidal mostró una mayor capacidad expansiva que Macri sobre el
mismo territorio, y a la vez quebró la tendencia ascendente de voto
panperonista bajo el que la provincia evolucionó porcentualmente desde 1983 hasta
hoy.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La composición del voto a Vidal sirve para mapear las
posibles fortalezas y límites de su gobierno, pero también algunas de sus
singularidades frente al escenario político nacional, la integración
coalicional de Cambiemos y los intereses del gobierno nacional...</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #990000; font-family: Verdana, sans-serif;"><a href="http://panamarevista.com/la-gran-aldea-bonaerense/">[Leer texto completo]</a></span></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-5430867280370296902015-12-03T15:10:00.000-03:002015-12-03T15:11:46.895-03:00La oposición cultural a Macri<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFBdb0d0MWCD6zUx4HpX4p4aFA3-03mkIfxIxaa9hoNoWYS5YxgQxIyI8pz6WcZNoRpx_r9wo6Zzbg9a0LDNGNv3o7X-MxGjyDU-hadWZ_1idKfQxm-XPoYNCwsfOp8nclSylxbCBdxOc/s1600/pilo-chacho.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFBdb0d0MWCD6zUx4HpX4p4aFA3-03mkIfxIxaa9hoNoWYS5YxgQxIyI8pz6WcZNoRpx_r9wo6Zzbg9a0LDNGNv3o7X-MxGjyDU-hadWZ_1idKfQxm-XPoYNCwsfOp8nclSylxbCBdxOc/s400/pilo-chacho.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Mientras asistimos a un gobierno saliente que no puede
garantizar el funcionamiento administrativo del acotado sistema de precios
cuidados hasta el 10 de diciembre, la llegada de Macri al manejo de la caja
obliga a las distintas fuerzas políticas que no gobiernan a reinventar su
posición político-operativa frente al nuevo gobierno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En el mediano plazo, Macri va a manejar los ritmos
políticos, o por lo menos, va a ser quien esté en mejores condiciones para
hacerlo. En esta instancia y desde el punto de vista instrumental, se abren dos
vertientes de la forma opositora: una oposición cultural, más abstracta y
conceptual, un antimacrismo de clase media bastante lineal y atemporal, que
suele reaccionar de la misma manera frente a coyunturas políticas diferentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Por otro lado, una oposición socioeconómica de agenda, más pragmática
y puntual, y por lo tanto con un origen y un impacto más policlasista (y por lo
tanto) de una naturaleza más intersticial y ambigua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Es probable que si a Macri le va “muy mal” ambas oposiciones
tiendan a fundirse, pero también en ese caso la eficacia dependerá de cómo
matice los ingredientes el opositor de turno. Si a Macri no le va mal, la
elección de uno u otro instrumental definirá de manera bastante central la
consistencia representativa de los que compitan en 2017-2019.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Lo que se ve en la víspera es que el efepeveísmo tiene una
inoculación cristinista potente que trabaja por afuera del estricto “microclima
mediático” y fluye a la instancia político-territorial. Quizás la “cristinización”
declamativa de Scioli como único recurso electoral sea la evidencia más nítida
de este callejón sin salida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El problema no es nuevo: hace tres años y medio, en <a href="http://omixmoron.blogspot.com.ar/2013/06/documentos-desclasificados-o-wikileaks.html"><span style="color: #990000;">un documento de “circulación interna”</span></a> donde se analizaba con detalle y todavía “desde
adentro” el rumbo de la política territorial bonaerense (y que termina de
confirmar que la escisión massista no fue un capricho sino el producto de un
largo proceso de lecturas desapasionadas que fueron detectando sucesivas fallas
en la operatividad peronista), surgía la división entre “progres” y “pragmáticos”
y se mencionaba la posibilidad de que una parte considerable de los
territoriales comprara “el juego nacional” de Cristina por encima de sus
propios intereses y dinamitara representación. Lo que no sabíamos en ese
entonces era que Scioli y gran parte del entramado institucional del PJ
realmente existente también iba a comprar el yeite cristinista y que Fernández-Sabbatella
sería la formula bonaerense del partido justicialista. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Kirchner constituyó intelectualmente al efepeveismo en el cruce entre un imaginario setentista a saldar y el peronismo clasico de los cincuenta. En esa operación hay dos salteos deliberados: <i>el de la hegemonía
peronista de los ’90</i> y otro más central e imperdonable: el de <i>la
transfiguración operativa del peronismo en los ’80</i>, que fija un nuevo perfil de
liderazgo (que termina “explicando” a Macri, Scioli y Massa) y determina un
hecho político sustancial: es ahí cuando </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">operativamente</i><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
el peronismo firma al pie de la democracia liberal y entrega los fastos
intelectuales del pasado para construir una representación que le otorgue
supervivencia y competitividad política.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La derrota de Scioli y la permanencia resiliente de Massa (que
la maquinaria peronista oficial no pudo deglutir) explican parte del fenómeno que
no saldó el kirchnerismo: en un PJ sin conducción, la tendencia de una amplia
dirigencia es “mantenerse en lo conocido” que dejó el kirchnerismo en ese cruce
de antiliberalismo cincuentista, jauretchismo de salón y progresismo cultural,
ese “kitsch histórico” que, como dice el enorme Javier Cercas en <i>El Impostor,</i> no te permite leer las
verdades ambiguas que ocurren en la realidad social. De ahí la naturalidad con
la cual el efepeveismo, empezando por Cristina y Scioli, ya salió a ensayar la
oposición cultural a Macri.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ese flanco significativo de representación que deja afuera
la opción cultural del PJ, en parte ya fue captado por Massa y constituye el
centro de gravedad de sus pretensiones expansivas. La idea de una oposición más
socioeconómica de “tema por tema” (ganancias, 82% móvil, primera infancia)
permite construir representación de manera más genuina, más tangible frente a
las apetencias electorales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cuando Juan Carlos Mazzón acuñó el salmo “peor que la
traición es el llano” daba pista a una actualización doctrinaria que se refería
al empaste estatalizado de la operatividad peronista que sembraba dudas sobre
una eventual supervivencia “resistente” y certificaba el reflujo movimientista
del peronismo hegemónico entre 1989 y 2015.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ese riesgo explica por qué ahora, con Macri en el poder, las
elites más lúcidas de las distintas dirigencias panperonistas pretenden
afianzarse en el lugar de la “gran Cafiero” frente al nuevo presidente,
descartando otras opciones más llaneras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En esa interfase parece primerear Massa frente a otras
instancias opositoras: el acuerdo con María Eugenia Vidal que le permite ocupar
la presidencia de la Cámara de Diputados de la PBA representa una zona
institucional de puja parlamentaria, pero también una zona política que permea
hacia los municipios, en la medida de que Massa comienza a disponer de
incentivos para acompañar a sostener la viabilidad de territorios que pueden
quedar fuera de la oxigenación plena del presupuesto nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Es un juego que recién empieza, pero que marca cuales van
ser las reglas del vandorismo lúcido que se juega fuera del desierto resistente
al que hoy aspira el efepevesimo, juego del cual ya participan algunos
gobernadores que captaron “a tiempo” cuál era la verdadera personalidad política
de Scioli (Beder/Casas, Verna, Urtubey) y fueron al juego directo con Macri.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sin embargo, sería una presunción verosímil pensar que Macri
también tenga reservado otro juego (y preguntarse si ahí no hay una diferencia
operativa con Vidal): la carta de fogonear a Cristina como la opositora elegida,
tanto si las brevas se pudren antes de tiempo, como si la llegada al medio término
de 2017 es mucho mejor a lo que el gobierno espera.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<o:p></o:p>Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-83144089765895060742015-11-24T09:00:00.000-03:002015-11-24T09:00:10.611-03:00El mapa y el territorio<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A esta hora, en la calle inerme, en la conjunción cotidiana
de “los sectores populares” y la clase media baja abandonada por el Estado, hay
una sensación: se vive una </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">desconfianza positiva</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> hacia Macri, un aire
expectante del estilo “</span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">hay que dejarlo laburar que por ahí las cosas le salen
bien</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">” bastante alejado de las pinceladas de tragedia que se insinúan en
editoriales, noticieros, blogs, y de la propia mirada de aquellos sectores
sociales calificados que desarrollan su idiosincrasia laboral en sincronía con
alguna fase burocrática del Estado, siempre tendientes a ver las cosas desde la
paternalización del voto.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin estridencias, sin entusiasmos, sin fatalismos y con
expectativa serena, la frase que se repite en la tierra laboral negra y
desprotegida es: "</span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">tenemos</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> un nuevo
presidente", un plural inclusivo que naturaliza la propia resiliencia histórica
(1989, 2001) de los que ayer no votaron a Macri y comprenden que las decisiones
electorales mayoritarias siempre son hacia adelante.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri vive su sincero plazo de gracia, ese tiempo breve que
otorga la elección para evitar amortizaciones violentas. En la política
moderna, los caudales electorales son cada vez más volátiles y menos determinantes
a la hora de soldar capital político. La gestión define la fortaleza de un
gobierno por encima de los “números”, los plazos de amortización se aceleran
con independencia de los votos originarios. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De ahí que la diferencia obtenida
por Macri en el balotaje no sea tan influyente políticamente como sí lo van a
ser sus primeras tres o cuatro medidas sobre la macroeconomía en estos seis
meses.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Vista la trazabilidad de los votos desde las PASO al
balotaje se visualiza un patrón de acumulación electoral en el cual Scioli
obtenía cada vez menos votos relativos sobre la masa en disputa y Macri obtenía
cada vez más. En ese sentido, la tendencia regional del balotaje es bastante
previsible en el reparto de las proporciones entre región centro y provincias
chicas, dejando al descubierto el problema central: la provincia de Buenos
Aires.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sobre un electorado con un 75% de tendencia panperonista,
Scioli atrapó solo el 51% y Macri sumó más votos relativos sobre la masa total,
a priori más inhóspita para su cartografía electoral. Ahí y no en Córdoba
pierde la elección el efepeveísmo, más por razones estructurales de gestión y fallas
graves de representación en el partido de gobierno que por “los momentos” de la
campaña electoral.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El “empate técnico” de la PBA permite avistar un problema
más interesante: el bajo catch all del PJ sobre su tierra más fértil y los
votos “prestados” de Macri en una amplia zona panperonista, insinúan que en la
provincia más grande del país hay un problema de representación que estos dos
partidos no resuelven, y que entra en disputa de cara al 2017.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es comprensible que con el cadáver caliente del 48% bajo la
distorsión de un escenario laxo como el balotaje (sin la estrechez de la
competencia real de una elección normal) se vea en Scioli un bastión defensivo
frente a las tensiones internas del efepeveísmo. </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero esta foto impide una lectura más tangible en la cual
tanto Cristina como Scioli contribuyeron a licuar la representación peronista. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la medida en que Ítalo Argentino Scioli se iba convirtiendo artificialmente
en el “único heredero posible” (sin validación interna), éste comprendió que
para sostener ese juego hasta el final y poder ser el candidato en las
precarias condiciones orgánicas que ofrecía Balcarce 50, debía fogonear al
kirchnerismo y acompañar a tirar por la ventana al resto de los nombres propios
del PJ que querían competir para enriquecer el espacio de representación.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con el afán de “ser” a costa de cualquier código orgánico,
Scioli ayudó a dinamitar la representación peronista a lo largo de un proceso
de seis o siete años bastante premeditado, que se cierra con el esquema
herminista de inserción electoral que fracasa en la víspera. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con la
derrota de Scioli, lo que fracasa es también una cierta mirada de la dinámica partidaria
muy afín a la que reclamaba el cristinismo tardío para el peronismo, en cuanto privilegian
formas de representación muy estrechas y estáticas, que en esta elección no
acertaron a leer que pasaba en campos civiles precarios y necesitados, aunque
no fueran estrictamente “pobres estatalizados”. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Scioli es
parte del problema y no de las soluciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En este sentido, es evidente que la resiliencia electoral que
mantuvo Massa pese a la inestabilidad orgánica del FR, se debió a un ajuste de
representación que alcanzó a meter una sintonía fina con esa calle inerme (que aun
cuando ayer no fue el protagonista, sorprendentemente lo menciona). </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ese activo
es su ventaja relativa frente al PJ, pero en un terreno de reflujo territorial bonaerense
a costa de la expansión nacional que deberá ser parte central del trabajo
reparatorio de Massa para reposicionarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cualitativamente, lo que muestran la llegada de Macri a la
presidencia y de la “compañera” María Eugenia Vidal a la provincia es el
comienzo de una nueva dinámica entre oficialismo y oposición que allana la
salida de la cancha del business del país dividido. Justamente, otra frase que
escucho mucho en estas horas poselectorales de la periferia, en la boca de los
que no lo votaron a Macri: <i>los que no
ganaron tienen que ayudar.</i> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la representación futura también parece estar ese
mandato, bastante diferente del que prevaleció dentro de la oposición al
kirchnerismo. Habrá que ver entonces, que prevalece en esa puja de la llanura:
el pejotismo post-estatalizado o la renovación dinámica. El partido o la representación.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-88149324635362380722015-10-13T09:30:00.000-03:002015-10-13T09:30:00.738-03:00Voto útil y sprint final<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con tendencias electorales que siguen sin admitir el proceso
polarizador, nos queda entonces la confirmación de algunos hechos políticos que
ya se apreciaban en la gestualidad electoral de las PASO.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>1. La baja (casi nula)
expansividad de Macri en la instancia del catch all</i>, que otorga la
referencia previa para llenar el formulario de competitividad en un hipotético
balotaje. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A pesar de ser 2º en las PASO y tener la chance de explotar
la centralidad política de esa posición, Macri experimentó una tendencia
inversa: no pudo fidelizar a fondo el voto radical de su propia coalición que
le permitiera “dar el salto” para cazar fuera del zoológico, y directamente no tuvo una estrategia
hospitalaria sobre el voto flotante de Stolbizer o Massa para crear una
sensación de dominancia ganadora de cara al balotaje. </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El electorado reaccionó a esa indisponibilidad virando
(tendencialmente) hacia Massa.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>2. Hay un voto de clase
media del conurbano que en las PASO canalizó su bronca “antikirchnerista” de
manera poco matizada hacia Macri pero que ahora refluye hacia Massa.</i> Lo
anticipamos a días del cadáver caliente de las PASO: la cartografía del voto
bonaerense mostraba esta “anomalía” de índole demasiado volátil, que ahora se
corrige frente a la <i>elección real</i> de
acuerdo a la histórica dinámica “panperonista” del electorado provincial, donde
el 75% del padrón no vota de acuerdo a un criterio centralmente
“antiperonista”. </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese aspecto y casi obviamente, Massa muestra mayor
comprensión de la idiosincrasia bonaerense; propuestas que pueden parecer
“irritantes” como la incorporación de las FFAA en el combate contra el
narcotráfico se explican a partir de una lógica defensiva (porque Massa
presiona “desde atrás”) que es muy eficaz para sumar votos en la provincia.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El discurso “punitivo” estatal siempre estuvo en el
instrumental defensivo del peronismo bonaerense a la hora de afrontar una
coyuntura electoral desventajosa (Rucucu gobernador, Insaurralde en 2013, los
intendentes del conurbano en <i>todas</i>
las elecciones) y está claro que como mínimo, es una ecuación “atávica” de la
genética bonaerense que permite conservar votos cuando las condiciones de
dominancia electoral no son del todo favorables.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>3. La tendencia
ascendente de Massa mantiene a Scioli “pisado” por abajo del 40% y permite la
instancia de ballotage.</i> La inocuidad de Macri en la zona del catch all hace
que la expectativa del balotaje recaiga sobre Massa, tanto para forzarlo como
para ser competitivo dentro de él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente que Massa fidelizó la cota de los votos de UNA
con mayor facilidad que Scioli y Macri sus “votos afines” desde un muy
inhóspito 3º puesto en PASO, quebrando la tendencia histórica que mostró este
instrumental electoral desde su debut en 2011; esa tendencia inercial trabaja
“uno a uno” sobre los válidamente emitidos de Macri, pero en ciertas regiones
electorales también capta voto “peronista flotante” (Córdoba, Santa Fe, NOA,
PBA) que Scioli pretende para si.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si estas tendencias se mantienen más o menos estables en la
víspera electoral, la situación del “segundo” en una hipótesis de “voto útil”
(que se produce o no de acuerdo a lo que “transmitan” los candidatos a la heterogeneidad mayoritaria del
electorado no oficialista) se define entre una <i>acumulación cuantitativa</i> de Macri o una <i>acumulación cualitativa</i> de Massa en relación al poder de fuego
dentro del balotaje. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los seis grados de separación que hay entre la
transitoriedad líquida de ser segunda minoría o ganar la elección.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-7627777323816527822015-09-24T09:00:00.000-03:002015-09-24T09:00:11.736-03:00Fragmentos de un discurso electoral y la quimera duranbarbista<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entre los reflujos y las volatilidades de la zona post- PASO,
florece el subsistema: se alzan las expectativas de Massa y decaen las de
Macri. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Finalmente, el efecto político “Tucumán” + las corruptelas seriadas
(Niembro, Amadeo, Tagliaferro-Vidal) como <i>problema
endógeno</i> del PRO acentuaron la modificación de algunas tendencias
electorales preexistentes: Massa reacciona mejor a su 3º puesto en las PASO que
Macri a su 2º, lo cual refleja un dato político más profundo que lo meramente
electoral.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La campaña de Macri entró en una fase defensivista de la
cual parece muy difícil que pueda salir, que se expresa tanto en el frente
interno (la extrema dificultad de Macri para ejercer una conducción hospitalaria
sobre la UCR, que habilita “el fuego amigo” y le obtura la fidelización) como
en el externo (el desconcierto estratégico frente al catch all, al cual <i>se renuncia</i>).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta semana se confirma como Scioli hace seguidismo operativo
de Massa en el plano “propositivo”; en un punto determinado de la campaña, las
propuestas no son una entelequia, sino un requisito “administrativo” que el
electorado examina no por entusiasmo teórico, sino para medir la solidez de los
candidatos en el plano de la <i>labor política.</i>
En ese ítem crucial para “trabajar” en la zona del catch all también parece
claudicar Macri.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta lógica defensivista continuó con la acusación de un
pacto “peronista” entre Massa y el kirchnerismo como “causa” de la impericia de
Macri para usufructuar su lugar de privilegio obtenido en las PASO. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hasta el propio Pagni advirtió la inconducencia de un
argumento que solo está destinado a los “fieles”, al partido sobrepolitizado
del 20%, mientras hay una porción mayoritaria del electorado no oficialista que
no define sus prioridades bajo lógica “antikirchnerista” (“Massa es k”) ni
antiperonista (“el pacto de iguales”).</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese sentido, el reflejo duranbarbista de Macri retorna
eternamente como mecanismo constitutivo del espíritu político del PRO, con una
percepción distorsiva de la realidad del escenario electoral. Macri caza en el zoológico
(pura lógica “kirchnerista”), mientras Massa captura los animales sueltos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La tendencia ascendente de Massa parece convalidar una
intuición política básica percibida con los resultados de las PASO todavía
calientes: que efectivamente hubo un voto “destemplado” en PBA y conurbano(s)
que Macri captó en agosto y que ahora refluye a una zona volátil en disputa que
Massa parece recapturar con la “memoria del 2013” y la firmeza adquirida luego
de aguantar la presión cruzada del FPV y el PRO en el terreno <i>microclimático pero incidente</i> de la instalación
de los candidatos en los meses previos a la PASO.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el plano “partidario”, Massa fue eficaz para involucrar a
De la Sota en la nueva etapa electoral y meter presión en los válidamente emitidos
del eje Córdoba-Santa Fe, dejando stand-by la “pesca” de Scioli sobre los votos
“peronistas” de la región centro, y con el objetivo final de bloquear las performances
relativas de Scioli y Macri en esa zona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El otro objetivo de Massa es polarizar con Scioli en el NOA,
y galvanizar su 2º lugar en la región. Es evidente que la dinámica post-PASO ya
“juega” en el norte del país, donde los radicalismos territoriales son más
afines a Massa que a Macri, en un fiel reflejo idiosincrático de las
preferencias electorales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si para principios de octubre esta tendencia en las
expectativas hacia Massa y Macri se confirman, los tiempos políticos exigirán
una pregunta: ¿qué pasaría si el electorado vislumbra la paridad? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Massa y Macri no comparten la misma naturaleza política originaria
(por lo tanto hay identidades diferentes) y esto desemboca en un hecho cierto: <i>Massa tiene muchos más lugares hacia donde crecer
que Macri.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esa mayor productividad electoral de Massa es vista por el
electorado como un signo de “autoridad”, que contrasta con una gestualidad
defensiva de Macri que lo hace aparecer poco preparado tanto para afrontar
competitivamente un balotaje como una primera vuelta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si esta percepción se acentúa, el desmembramiento del voto
opositor histórico hacia una mayoría “no-oficialista” que busque votar a un
candidato ganador por encima de “la virtud ideologista” puede ser el cauce que
defina el rumbo final de los votos. Nada personal, solo política.</span><b><o:p></o:p></b></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-44351011882943539882015-09-15T09:00:00.000-03:002015-09-15T09:00:07.155-03:00No le digan populismo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf85h2hU4HJOeC0imyUs7XgyrV-m8RvwXfJ2pa8Vr6S8yMWiHP447pFYuOGiqYb8JfvMybnfrBQKsmKsJ0D0E5iFFoiWktg3yHzrQ2YgHNLUn8aDqc9CeAKz6AWhUH6aQtOt93_GhL4bs/s1600/lula-fernandohenrique.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf85h2hU4HJOeC0imyUs7XgyrV-m8RvwXfJ2pa8Vr6S8yMWiHP447pFYuOGiqYb8JfvMybnfrBQKsmKsJ0D0E5iFFoiWktg3yHzrQ2YgHNLUn8aDqc9CeAKz6AWhUH6aQtOt93_GhL4bs/s400/lula-fernandohenrique.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los países emergentes abaratan su producción y cierran su
horizonte distributivo. Los grandes de la región (Brasil y México) devaluaron y
van a un retoque de las estructuras de sus órdenes macroeconómicos para ver
cómo relanzan la combinación porcentual de consumo, inversión y exportaciones. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la Argentina se agrega un ítem endógeno: la desdolarización de las
finanzas públicas, que confirma nuestra “pendularidad” de un Estado muy
prociclico cuando la economía privada galopa a tasas chinas y un Estado con
poco resto en el ciclo recesivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La crisis política de Brasil es la expresión de una tensión
clásica de su orden (macro) económico. No hay un problema de restricción
externa (la rebaja de la nota de S&P se centra en la cuestión fiscal y no
en la cuenta corriente), sino de inversión, que no colmó las expectativas para
relanzar el crecimiento. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy, cuando en la campaña argentina hay
presidenciables que hacen un auto de fe de la inversión como la solución de
todos los problemas de la economía real, conviene resaltar la coyuntura
brasileña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La relación que instauró el Brasil moderno entre la
democracia y el mercado es diferente a la que desarrolló Argentina desde 1983.
A la par de un orden político, Brasil fundó un orden económico, con un consenso
muy interdependiente dentro del sistema político.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta fundacionalidad brasileña tiene un nombre y apellido
habitualmente muy subvaluado por el análisis: Itamar Franco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Franco asume sobre una grieta conjunta de la política y la
economía. Brasil tenía una Constitución pero no podía frenar la hiperinflación.
Los viejos partidos políticos que cohabitaron con la larga hegemonía del
partido militar, “blanqueados” en 1980, perdieron capacidad de representación. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Itamar Franco es un presidente “sin partido” que conduce a todos los partidos,
aprovechando la crisis de legitimidad de los viejos (PMDB) y la excesiva
juventud de los nuevos (PT y PSDB).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En un terreno donde nadie pisa firme, Franco juega a tres bandas:
convoca a un plebiscito para fijar la forma de gobierno federal (el pueblo opta
por confirmar el presidencialismo), promueve el Plan Real de estabilización y
“estataliza-coopta” la agenda social de los sindicatos y organizaciones
populares que habían jugado a favor del impeachment de Collor de Melo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sobre este trípode político, económico y social se funda el
orden democrático que rige al Brasil de nuestros días. En el plano político,
Itamar Franco fogonea el duelo PT-PSDB como ideal de la modernización bipartidista,
y en ese bienio (93-94) comienza la transfiguración del PT desde el laborismo
combativo al partido institucional de “izquierda”. Lula deja la calle y se
sienta en la mesa elitista de la partidocracia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el plano económico, el plan Real inaugura un diseño del
manejo político de la economía con pautas que, una vez vista la caída de la
inflación, se mantienen en el tiempo como “política de Estado”: metas de
inflación, de gasto y flotación cambiaria administrada que no varían
estructuralmente de un gobierno a otro, y que a su vez, funcionan como
legitimante dentro del sistema político. En el orden económico cardosista
descansa, hasta hoy, el sistema de partidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el plano social, la presidencia de Franco incorpora
reclamos populares originados en la resistencia al gobierno militar a fines de
los ´70. Subsidios al desempleo, a la escolaridad, renta alimentaria. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ante el
vacío representativo de los partidos, Itamar Franco suma al gobierno a
organizaciones sociales y financia parte de la campaña contra el hambre de
Betinho. Este plan permitió censar la población pobre que luego sería beneficiaria
de la asistencia focalizada de Cardoso (bolsa escuela, subsidio al gas y
subsidio de desempleo) y la renta unificada de Lula (bolsa familia).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Durante la hegemonía del PT, Lula se ata a la moncloa cardosista
con metas leoninas de inflación y gasto en su primera presidencia que no le
impiden abrir el grifo distributivo (arranca Bolsa familia). En los siguientes
ocho de Lula-Rousseff se amplían las metas, se airea el consumo, pero se
mantiene una política monetaria dura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De ahí que la efervescencia política que hoy parece jaquear
a Dilma tenga poco que ver con políticas de fondo (Levy está haciendo el ajuste
para “proteger” un consenso macroeconómico del cual el propio PT participa como
partido de poder) y sí con un desgaste político: la pregunta es si los mismos gobiernos
que distribuyeron el derrame tienen la capacidad política de adaptarse <i>electoralmente</i> a una etapa donde los
incentivos sociales hay que <i>producirlos</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que vemos en Brasil es que se están moviendo las fichas
políticas de una manera muy interesante: el pedido de impeachment a Dilma me
parece exagerado, pero está dentro del juego institucional de la elitista y
profesionalizada política brasileña, y se trata de un juego previsto que el propio PT
conoce muy bien desde que Lula resolvió con perspicacia el tsunami del
mensalao.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Más importante que la cuestión institucional será lo que
pase en la reorganización del tablero político: Cardoso reconoció que en estos
años el PSDB se derechizó demasiado, forzado por la posición dominante del PT,
y salió a pedir una alianza formal del partido con Marina Silva para recuperar
el eje “socialdemócrata” y desbancar al PT con una estrategia más “populista”. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Al mismo tiempo, el PT busca que Cardoso y Silva se sienten a la mesa para evitar
el impeachment a Roussef, en defensa del viejo consenso itamarfranquista de
1993-94. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las cartas recién se están repartiendo. El orden económico parece estar a salvo, hasta que la calle diga lo contrario.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-17133968643947870722015-09-10T09:00:00.000-03:002015-09-10T09:00:12.076-03:00Pasaporte a octubre<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No está para cualquiera esto de conducir políticamente el
país con la caja pública del Estado en franca desdolarización. Ausencia de
hegemonías, ausencia de mayorías. Del “viento de cola” al viento de frente. El panorama
“trabado” en las tendencias que dejó a la intemperie la PASO parece lejos de
empezar a ser metabolizado por Macri y Scioli.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es posible que ese estado de situación y el “dinamismo”
poselectoral de Massa hayan obligado a Scioli a escenificar con Bein (dado que el
rubro “economía del partido del orden” luce bastante huérfano para Daniel)
algún tenor propositivo que le permita pescar “por afuera” del instrumental
electoral “duhaldista” del FPV.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Además de eso, Scioli convocó a “profundizar el espíritu frentista”
(sic) del dispositivo oficialista, gestualizando al menos el problema de
representación de su candidatura, aun cuando no haya decisiones políticas
disponibles para mitigarlo. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La omisión decisoria es lógica: Scioli no construyó
una política autónoma de autolegitimación que le permita “patrimonializar” su momento
electoral, y necesita la inercia postrera del kirchnerismo para “llegar”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ahí está la trampa de
toda “deconstrucción” de Scioli (no lo “condena” su pasado, sino su futuro): su
condición de “posibilidad” era la automática denegación a los Urtubey, los
Insaurralde, los Randazzo, y no tanto a ese hombre de paja llamado “progresismo
kirchnerista” que a esta altura de la velada ya no expresa ni potencia transversal,
ni la representación adicional que le supo otorgar a Kirchner. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque no sea reconocido, esta mecánica (guiada por la
provindencialidad <i>excluyente</i> de Scioli)
se riñe bastante con la trazabilidad partidaria “histórica” que gran parte de
la teoría peronista ha elegido para autonarrarse. Son daños colaterales de la electorabilidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri parece anclado en la telaraña política de su 30%
nacional. Saca lo mismo que el Frepaso en 1995, pero con menos atenuantes que
Bordón-Alvarez. Macri tuvo “a su favor” dos candidaturas “peronistas” enfrente
y a la UCR adentro, pero no pudo quebrar, por ahora, la correlación de fuerzas
que el sistema político anuncia desde 2001. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y la desilusión que se va haciendo carne en diversos
sectores narrativos y materiales del establishment coloca el eje en un tema central:
la poca permeabilidad de Macri hacia el votante no oficialista-panperonista,
que siembra de dudas tanto el tránsito hacia octubre como la performance en un hipotético
balotaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese marco aparece el Niembro-affair para aflojar la
baldosa del voto opositor tradicional que Macri aglutinó en agosto y lo coloca
en una inesperada situación defensiva frente a la fidelización de los votos de
la coalición Cambiemos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El problema, mirada la cuestión más integralmente, es otro:
Macri convenció a su “vanguardia electoral” de que con una estrategia
presidencial y partidaria restrictiva podía ganar la elección. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ahora, con los resultados PASO puestos, se tiene que hacer
cargo de esa responsabilidad política y no hacer crisis en un punto álgido: ese
en que tu electorado te pide que dialogues con el poder.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Massa hace la de Menem 88-89: patear, patear y patear, para
compensar déficits de partido y de caja. Juega a regionalizar el voto nacional
para obtener “ventajas comparativas” contra Macri y juntar los puntitos que lo
acerquen a la paridad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay un activo político de Massa frente al “tropiezo” de Macri
en lo del realpolitiker Fantino: el tigrense no teme hablar de la economía, en una etapa donde el electorado es más proclive a "parar la oreja".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero hay un elemento “sociológico” que explica la “permanencia”
de Massa: el FR mantuvo un voto troncal de clase media baja urbana de 2013 a
2015; se trata de sectores sociales heterogéneos que hoy están en un punto ciego
de la agenda política. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Están tan lejos del blanqueo laboral como de los planes
sociales. Están lejos de las prioridades de Macri, y el kirchnerismo hace rato
que no tiene nada para ofrecerles. El desafío para Massa es cómo crecer sin
contradicciones con ese núcleo duro, sin “minimizarlo” temáticamente frente a
las exigencias del catch all. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que vamos a terminar comprobando en octubre y en un
eventual ballotage ( y más allá, como ya parece temer el propio Pagni) es hasta
qué punto se mantiene la subsistematización del sistema político que "evita" el
bipartidismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hasta el momento las performances relativas de Macri y Massa
parecen decir una cosa: que<i> hay subsistema</i>,
y una parte mayoritaria del electorado lo juzga como la vía más fértil y eficaz
para resolver las confrontaciones políticas.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-66009936716211461972015-09-03T09:00:00.000-03:002015-09-03T09:00:10.769-03:00Los tiempos políticos<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para ellos, el cantar
era como la vista para los ojos.</span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">John Ford, 1941.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El pulso muerto de la campaña: una vez ida la zona nítida de
la polarización, Scioli y Macri se resisten a </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">ir a la política</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">. Quizás en ese “</span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿qué hacer?</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">” de ambos candidatos se puedan encontrar otros mensajes
además de los electorales, que reflejen sus limitaciones para acercar lo
electoral a lo político.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que Scioli siempre presentó como un activo de su
electorabilidad – su “previsibilidad”- quizás le esté jugando en contra en el terreno
estricto de la política, que en una etapa de catch all como la que transcurre
requiere de manejos de “representación” un poco más sofisticados que los que
puede asignar el esquema partidista (como oposición operativa al frentismo) elegido por el oficialismo para afrontar la etapa sucesoria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay otro factor que limita a Scioli: su candidatura surge de
un acuerdo artificial con Balcarce 50 que oblitera <i>todas</i> las tramitaciones políticas que el peronismo oficialista necesitaba
folclorizar con mayor naturalidad operativa para reinaugurarse hegemónicamente
de cara a la sucesión presidencial. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La manifestación de ese coito interrumpido no es solo (ni
siquiera) el malestar de un peronista blanco como Randazzo, sino aquello que
afecta la propia sustentabilidad política que otorga los elementos iniciales
para que quien ejerce como partido del orden pueda sintonizar con la coyuntura
que le toca administrar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hasta el momento, no se vio a Scioli “sudar la camiseta”
para corregir este problema, que hoy es meramente electoral, pero que si es político
podría dar cuenta de un problema más estructural que explicaría por qué Scioli
no es dinámico aun cuando representa a un partido que debe gran parte de su
subsistencia a esa elasticidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El otro que aparece “descampañizado” es Macri. Eligió una
estrategia restrictiva que en las PASO fue eficaz para salir segundo: aglutinó
al voto opositor “histórico” (es decir aquel que existía antes de que Massa
irrumpiera al escenario nacional) pero se quedó sin herramientas políticas para
atravesar la larga y difusa marcha del catch all. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es decir: en la medida en que los votos de las PASO cantaron
la despolarización, Macri se despolarizó, y todo el consignismo opositorista histórico
en el cual basó su idea de “cambio” y su acumulación partidaria empezaron a
lucir insuficientes para afrontar la travesía hacia el triunfo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Creo que el problema de Macri fue apostar a una opción tan
unívoca como dudosa: pensó en una dinámica demasiado lineal de las PASO contra
la general en la cual el 2º polarizaría rápido con el 1º a base de una licuación (también rápida) del
3º. Pero esto debería haberse insinuado en los votos de las PASO y luego
acentuarse rumbo a octubre, y ninguna de las dos cosas parece haber
sucedido. Es decir, imaginó <i>en todo</i> el electorado un “espíritu polarizador” que
facilitaría su tránsito político, pero en el camino apareció la política.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Massa aprovechó estas limitaciones ajenas para subirse al
ring y consolidar un primer objetivo que ya parece tener al alcance de la mano:
fidelizar al máximo los votos de UNA. La foto en Tucumán le permitió seguir “despolarizando”
a Macri y a la vez afianzar su posición estratégica en el NOA, donde puede
crecer tanto a expensas de Macri como de Scioli. La PBA todavía queda como la
zona de trabajos intensivos para Massa, porque es allí donde debe crecer sobre
los válidamente emitidos de Macri para colocarse en una correlación de fuerzas
que le permita instalar la disputa de balotaje ante el electorado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El escenario inicial post-PASO muestra que la posición
privilegiada de Scioli y Macri no les reporta un traslado de votos, en
principio generando bajas expectativas en el electorado que no los votó. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Massa,
pese a su posición “costosa” como 3º en discordia, parece no ser afectado por
la corrosión del voto útil, fideliza con facilidad y evita reflujos hacia
Scioli y Macri, <i>todo ello con bastante
rapidez</i>. Quizás la “imagen positiva” que cosechó luego de las PASO exprese
cierta tendencia en las expectativas que aunque todavía no se pueda analizar en
votos, es bastante llamativa para un 3º en PASO.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">O quizás se trate (también) de algo más simple: que la dinámica de la
PASO de candidatos efectivamente se esté expresando, y que las condiciones políticas
de la electorabilidad de Scioli y Macri, <i>de
acuerdo a</i> <i>su dominancia originaria</i>,
no se reflejen como autosuficientes a los ojos de amplias franjas del
electorado en esta etapa de catch all y política profunda.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-16509512279016573532015-08-27T12:26:00.000-03:002015-08-27T12:26:22.732-03:00Las reglas del juego<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK5P0u1fd5X2NoBlJbHer0Seo6XP53_xBlLh_ASJkokmKUJYVl-E4Fh6sNSFgYZRa-yrA6JxASH_T_EE3d5l_34J5-oDdJCUrOZnK1eus6DEYFRxBIOeQGruQEzgN-w4a-SJv8M6KnIq8/s1600/massa-macri.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK5P0u1fd5X2NoBlJbHer0Seo6XP53_xBlLh_ASJkokmKUJYVl-E4Fh6sNSFgYZRa-yrA6JxASH_T_EE3d5l_34J5-oDdJCUrOZnK1eus6DEYFRxBIOeQGruQEzgN-w4a-SJv8M6KnIq8/s400/massa-macri.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Desde que se inició la campaña electoral, Macri y Massa
ocuparon lugares diferentes dentro del tablero político que implicaron también
estrategias disimiles de acumulación partidaria y captación de votos. Macri se
construye centralmente como un “opositor”, mientras Massa lo hace como un “no
oficialista”.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La congregación en Tucumán está impulsada por un par de
hechos ciertos: la imposibilidad del gobierno provincial para garantizar la
normalidad operativa del comicio <i>en todo</i>
el territorio tucumano y la represión policial a manifestantes pacíficos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se trata de dos fallas graves del partido del orden
provincial (en este caso, a cargo del efepeveísmo) que, más allá del resultado
electoral, es imposible que no tengan consecuencias políticas. Son errores no
forzados (que de algún modo reflejan un desgaste hegemónico) que evidentemente
la oposición legítimamente intentará pasar por el tamiz del costo político. The
game.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En esta etapa de la campaña, Massa y Macri están disputándose
electorado entre sí. Después de las PASO, quedó claro que Massa tiene que
recuperar voto “urbano” en el conurbano que se fue a Macri. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es probable que gran parte de ese electorado sea más impugnatorio
a cierta clase de irregularidades institucionales a la hora de configurar su
voto, aunque sin abusar de la centralidad del tema; esto coincide con un
estancamiento marcado de Macri de cara a octubre, bastante lógico si pensamos
en la integración discursiva y partidaria de Cambiemos, <i>que facilita la disputa.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si Massa quiere galvanizarse en la PBA y Córdoba, la disputa
central en esta instancia se produce dentro del voto “opositor”, tratando de desplazar
ese voto a zona “no –oficialista”. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente también que en la PBA el juego
es a varias bandas sobre un voto panperonista que se muestra reactivo a la
gestión de Scioli.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero la confluencia puntual de Macri y Massa se explica por
un hecho aun más central: la existencia de irregularidades electorales es un
tema que políticamente limita las posibilidades del catch all de Scioli,
aspecto en el cual el candidato oficialista también (como dice Zanini) parece
estar estancado.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-59680911048240649552015-08-25T09:00:00.000-03:002015-08-25T09:00:06.986-03:00La larga marcha de la hegemonía y los “retardatarios”<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrfuIO6I4sc7Mhp39Ej9Tx09PbUZ8L1zkKUXxolavjnqaO-EoS-Wq4IoEkS5jJAAwihSZ0MLH9FwsVwdhN4mPpstD6t5txaufSOisOKlHDdYNLtIt_02TWkAQ53RPw8N37xGgkL4pLmus/s1600/cano-sanz-macri.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrfuIO6I4sc7Mhp39Ej9Tx09PbUZ8L1zkKUXxolavjnqaO-EoS-Wq4IoEkS5jJAAwihSZ0MLH9FwsVwdhN4mPpstD6t5txaufSOisOKlHDdYNLtIt_02TWkAQ53RPw8N37xGgkL4pLmus/s400/cano-sanz-macri.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Entre 2011 y 2013, y al ritmo del desgaste de la agenda
local de los gobernadores, en algunas provincias “peronistas” el radicalismo
territorial inició una <a href="http://elestadista.com.ar/?p=4927"><span style="color: #990000;">acumulación pluripartidista</span></a> con vistas a la disputa del
poder, reconociendo la importancia central de incorporar representación
peronista que permitiera no ya unificar la oferta “opositora” para lograr una “polarización
débil”, sino dar un salto cualitativo hacia el poder político provincial. Esa
experiencia mostró un primer nivel de éxito en la polarización débil de 2013 en
Tucumán, La Rioja, Santa Cruz, Formosa.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ese éxito doble (en la amplitud de las coaliciones y en los
resultados electorales) encontraba su causa en el comportamiento político de
los referentes provinciales del radicalismo territorial, que optaron por “desengancharse”
de la agenda mediática nacional de la UCRRA (que lucía bastante abstracta para
el quehacer diario del ciudadano tucumano o formoseño) y concentrarse en temas locales
más grises y pedestres, pero más influyentes electoralmente.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La provincialización de la agenda política y la dilución de
la identidad partidaria fueron el santo y seña del radicalismo territorial para
acercarse a la siempre compleja instancia de poder en provincias donde la
incidencia histórica de las oligarquías políticas no se puede desconocer si se
quiere incidir políticamente para ganar. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que comprendían claramente los
radicales territoriales era una enseñanza histórica bastante simple: </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">que la disolución nacional del radicalismo
como partido de poder tuvo su origen en la tensión irresuelta entre partido y
gobierno durante el gobierno de Alfonsín.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy, esa vieja tensión se actualiza en la incompatibilidad
de objetivos entre el Comité Nacional (Sanz) y los candidatos provinciales que
construyeron su propia competitividad (Cano, Aída Ayala, Morales, Naidenoff,
Costa, Martínez, Cornejo) lejos de los programas políticos del Amba, de agendas
exógenas y cerca del silencio de su paisajes locales. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente que las
urgencias nacionales del cierre Sanz-Macri (engrose legislativo, “frenar el
populismo”, una participación residual al estilo frepaso dentro del “gabinete
macrista”, etc) poco tienen que ver con la sintonía fina de ciertas ambigüedades
políticas que hay que atravesar para ganar una elección ejecutiva en una
provincia </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">idiosincráticamente</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> feudalizada.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En este sentido, la Convención de Gualeguaychú tuvo algo
pírrico: la propuesta ideológica de Sanz fue pan para hoy (galvanizar un poco
la ecuación nacional muy subordinada a la coyunturalidad de Macri), y un
retroceso para el radicalismo territorial, que de pronto vio como se le venía
encima el yeite de la “polarización nacional”, alterando la lógica menos
binaria de las coaliciones territoriales y produciendo un impacto en las
elecciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los datos son concretos: las coaliciones pluripartidistas
más consolidadas perdieron claramente en los enclaves peronistas (La Rioja,
Chaco y Tucumán) con gobernadores bastante desgastados, donde la “polarización”
importada del Comité Nacional ahuyentó al elemento “peronista” que es necesario
capitalizar para ganar la elección. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es decir: el radicalismo territorial
consolidó y mantuvo los votos de la “polarización débil” de 2013, pero le faltó
mucho para ganar las gobernaciones que aportan el poder político crucial que la
UCR necesita para volver a ser un partido de poder que reconstituya la
instancia bipartidista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente que la alianza oficial de la UCR con Macri (un
candidato demasiado centrado en la cuestión del “antiperonismo”) desperfiló el
potencial del radicalismo territorial en las provincias “peronistas” del norte,
y puso en stand-by el futuro de las acumulaciones provinciales logradas: de un
escenario donde el radicalismo esperaba alzarse con cuatro o cinco
gobernadores, solo se va a llevar uno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La elección de Tucumán reflejó estos problemas: Macri sacó
en las PASO la mitad de los votos que sacó Cano ayer, lo que demuestra que
Macri no tiene ascendiente sobre los votos tucumanos opositores (los divide por
mitades con Massa), por lo cual traerlo como parte de la polarización importada
a la contienda local no aporta votos cualitativos sobre la zona de disputa con el
efepeveísmo tucumano, y es contradictorio con la sangría de dirigentes
efepeveistas que Cano había logrado (¿alguien vio alguna foto de Macri con
Amaya y Alfaro?) como parte de su correcta ingeniería provincial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pese a la notoria exogeneidad de Macri en la campaña
tucumana, lo cierto es que Cano había logrado incorporar una sólida
representación peronista con Amaya-Alfaro que lo ponía en un rango de disputa
muy abierta con Manzur, ¿entonces, por qué no ganó?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En principio, y como la política no es aritmética, habría
que decir que Amaya-Alfaro son expansivos allí donde el propio Cano es “pro-cíclico”
y que entonces todos los males se concentraron fuera de ese territorio a los
fines de captar votos cualitativos sobre Manzur. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La otra razón es una intuición personal: que pese al
desgaste de gestión (una pérdida del 15% de los votos contra 2011), hay todavía
un voto inercial al oficialismo provincial que en un punto está definido por
las condiciones bajo las cuales Alperovich llegó al gobierno en 2003 y al
manejo formal del PJ en 2007. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un empresario de origen radical que desde “fuera
de la política” llega al gobierno de la provincia con el respaldo de facto pero
sin la “cantata” del peronismo a cuestas y que en ese mismo tono ordena y
hegemoniza al PJ con una idea de renovación bastante practica y aceptable para
los tucumanos frente al “herminismo conceptual” de Miranda-Juri. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La dinámica Alperovich-Juri durante 2003-2007 es la misma
que la de Kirchner-Duhalde entre 2003-2005, al <i>uso propio</i> de la idiosincrasia política tucumana. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por lo tanto,
José Jorge <a href="https://twitter.com/berlich/status/635794851372658688"><span style="color: #990000;">logra una impronta más expansiva para la representación peronista</span></a>,
con una dosis de votos “no peronistas” incorporados de modo bastante permanente
al dispositivo PJ. Pienso que parte de esa inercia electoral, aunque amortizada,
sigue vigente, y que la candidatura de Cano (su figura “personal”) no ocupó esa
zona “predatoria” del catch all, perjudicado además por las urgencias externas
de Sanz-Macri.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El radicalismo territorial se encuentra en una encrucijada:
o toma el control nacional del partido, desplazando la óptica “ideologista” de
Sanz para paradójicamente pasteurizar al partido y “liberarlo” a las
estrategias provinciales “de gobierno”, o permanece tercerizado-frepasizado
eternamente, atrapado en la intransigencia restrictiva de un Macri. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Solo se trata de entender que para llegar a la tierra
prometida del bipartidismo, primero van a tener que cruzar el desierto detrás
de un “peronista” que pueda reordenar la correlación de fuerzas dentro del
sistema político argentino.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-66322013896559892432015-08-20T09:00:00.000-03:002015-08-20T09:00:12.591-03:00De La Matanza a Navarro<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i>“… y con la sangre seca en Lobos.”<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd3OvjobEGfrWpxzN-u77B5hsa7mGHwaYiLs-810FRZQKgolKLEeXS6CQJ5S6ZIZgZJJABKQMyk7yhVEk4i7Gp5paQy7aXVAel8mEG3SJCxz4rx4qOmuqjHwsVH5XmJWAWe8wPcjAGiyA/s1600/moreira.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd3OvjobEGfrWpxzN-u77B5hsa7mGHwaYiLs-810FRZQKgolKLEeXS6CQJ5S6ZIZgZJJABKQMyk7yhVEk4i7Gp5paQy7aXVAel8mEG3SJCxz4rx4qOmuqjHwsVH5XmJWAWe8wPcjAGiyA/s400/moreira.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las PASO en la provincia de Buenos Aires arrojaron algunos
comportamientos políticos que pueden ser analizados en una perspectiva más
honda que los meramente electorales. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La confección de las listas distritales y
la alquimia de las tendencias electorales dentro del peronismo documentan un corrimiento
cada vez más consolidado hacia la
predominancia estatal (es decir, de lo institucional realmente existente como
contrario a lo simplemente político-partidario) dentro de la configuración de
la acción política territorial “global”, en detrimento de los funcionamientos autónomos
que las agrupaciones políticas supieron constituir como expertise territorial
diferencial en la etapa de la política bonaerense anterior al kirchnerismo.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente que la prosperidad presupuestaria que trajo el
tipo de cambio real alto que trajo la política de Duhalde-Lavagna reconstituyó
la primacía de la política estatal, y ésta impuso las nuevas condiciones de la
acción política en el territorio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La camada de intendentes del segmento 2005-2007 son el
emergente de una zona intermedia entre Estado y territorio que se indispone
(por su propia capacidad política para expandir con eficacia la trama de
funciones estatales) con algunas prácticas autónomas de las agrupaciones
políticas que por su extensión muchas veces colisionaban con la tarea positiva
de la nueva enjundia estatal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La filosofía política del intendente blanco es la de acotar
el punterismo clientelar autónomo por ineficaz y porque lo “desautoriza”
políticamente, y reconvertir su posición política física (un hombre de la
calle, un caminador del territorio, un rastreador político) a la de un gestor
estatal (un hombre fijo, de mostrador) que se “ordena” en la línea burocrática
del programa o plan gestado en una oficina del ministerio de desarrollo social
de alicia por un sociólogo de flacso nacido y criado en la capital federal de
la nación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero el intendente blanco, formado políticamente antes de la
llegada del kirchnerismo, conocedor de la dinámica “baronil” y con afinidades
electivas desde lo operativo político con la Renovación Peronista (Cafiero como
mito patriarcal herbívoro), todavía comprende que la acción estatal puede ser
pendular y haya instancias defensivas que no puedan ser compensadas
institucionalmente; por lo tanto acota pero no ahorca la permanencia de lo autónomo,
intuyendo que ese dispositivo no sirve para la gestión pero es útil como
auscultador político ocasional. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El intendente blanco es la expresión político-electorable
de una tensión entre la nueva fe estatal y una intuición política más atávica
que todavía capta los códigos de la intermediación social por fuera del
lenguaje institucional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Desde que Cristina quedó como exclusiva expresión del proceso
kirchnerista, se afianzó la conformación verticalista del proceso de selección
política hacia el interior del peronismo bonaerense basado en un eje de
primacía estatal por encima de otras variables políticas y territoriales. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No hablamos
ya del “problema” de la creciente disminución de la representación de los
sectores periféricos en la conformación de las listas de concejales del PJ (un
proceso que data de fines de los ´90 y que torna bastante relativa la fluidez del “voto clasista” y toda lectura derivada)
sino de la alteración definitiva de la educación sentimental del dirigente
político, que antes se iniciaba en una interfase social
(territorio-partido-Estado) y ahora arranca en la superestructura estatal (Estado-partido-territorio).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Antes, la iniciación del militante rentado empezaba en la UB; en la generación endorsada por el kirchnerismo arranca con el manejo de
una UDAI, un programa regional de Desarrollo Social o un cargo en el directorio
de un banco público. Este trayecto presupone la naturalidad artificiosa de un “estado
con fierros” que define las percepciones políticas del dirigente, en la cual <i>la política solo se entiende dentro del
canal institucional dado</i>, <i>sin la
posibilidad de reaccionar políticamente por fuera de él</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si miramos las listas municipales del peronismo bonaerense
oficialista, vemos que esta tendencia dirigencial de eminente extracción
estatal ha ganado espacio de un modo <i>poco
oneroso</i> en la trama político-partidaria. Estamos en una etapa donde lo autónomo-territorial
es cooptado políticamente por la primacía estatal. La pregunta es si, evaporado
este último rasgo “movimientista”, existe una singularidad política en <i>este</i> peronismo que lo haga sobrevivir
competitivamente fuera del Estado en el futuro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La tendencia de la política argentina (posmoderna al fin)
define su estricto campo de productividad en el manejo del Estado por encima de
otras capacidades políticas; es evidente que esto también trae un problema en
el campo de la representación si solo es el funcionariado el que puede representar,
con un acotamiento progresivo de la percepción política.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la PASO provincial a gobernador quedó reflejada la
magnitud de este proceso: una fórmula palaciega de baja electorabilidad
(Fernández-Sabbatella) se impuso al neoherminismo territorial (Domínguez-Espinoza)
y fuera de ese esquema, la representación peronista renovadora (Solá-Arroyo) se
llevó un tercio de los votos panperonistas.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El encolumnamiento forzado de los intendentes blancos
oficialistas (sin representación formal dentro del PJPBA y sin lista propia en
la interna) detrás de su colega más defensivo para “defender” un espacio dentro
de la ecuación provincial que no pudo ser garantizado, dan cuenta de los muchos
problemas que el acuerdo Scioli-CFK no permitió canalizar por la vía política,
y que hacen posible que tanto en la provincia como en la nación se pueda
consolidar una opción "peronista" no oficialista con votos originados en una
elección ejecutiva.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-51977327954518102272015-08-18T09:00:00.000-03:002015-08-18T09:00:03.198-03:00Notas al pie de la democracia<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><br /></i></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><br /></i></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i><br /></i></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>En política solo se tiene razón al día siguiente</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Carlos Pellegrini, político
argentino entre 1872 y 1906.</span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero más que a la perogrullada de la “política de resultados”,
a lo que se refería era a la circularidad de la práctica política y a la
transitoriedad de los hechos previos: la política nunca cesa, la política no se
baña dos veces en el mismo río.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para los protagonistas es entonces la PASO ya un hecho
previo: no hubo polarización a la que Scioli y Macri puedan tributar sus
discursos previos, por la propia naturaleza de los candidatos y su
circunstancia (Scioli y el FPV en una interdependencia defensiva, Macri y una
construcción intransigente de baja expansividad) y porque el sistema político
argentino, subsistemizado en 2001 hacia una dominancia electoral panperonista,
no acepta ya esquemas de polarización occidentales y bipartidistas (es decir,
arriba del 80% de los válidamente emitidos), sino un 40-20-20 que sincronizaba
con el balotaje sui generis que armaron conscientemente Menem y Alfonsín
algunos años antes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo, la inercia de esa dominancia electoral “peronista”
ya no es política, por lo tanto lo electoral se descapitaliza políticamente.
Scioli ingresaba al escenario con ese problema: a diferencia de Menem y
Kirchner (y también de Duhalde ´99 que a pesar de la derrota se diferenció con
su pretensión “productivista”), Scioli no buscó fundar su propia hegemonía para
ir al barro electoral. En esto también coincide con Luder, el otro candidato
peronista de la democracia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese sentido, la elección de Scioli en las PASO refleja la
situación “partidista” realmente existente del efepeveísmo: no hay una
hegemonía disponible (misión del candidato-conductor) que ofrecer a mayores
franjas del electorado que no sean las que el propio partidismo pueda contener
inercialmente, sin el concurso de la acción política concreta del
candidato-presidente-conductor. Esto se refleja en el discurso oficial que
remite a una especie de fukuyamización kirchnerista donde “todo está bien”,
donde las cosas no parecen poder ser hechas mejor, donde casi todo parece haber
sido hecho, donde no hay políticas que se hayan hecho mal. Es decir, un “fin de
la historia” donde la política parece haber cesado para dejar paso al consignismo
y la historización.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri reafirmó en las PASO que su esquema de intransigencia
partidaria no le permitió ser expansivo electoralmente: en Santa Fe no sacó más
votos que Del Sel; en Mendoza sacó bastante menos que la coalición provincial
que ganó la gobernación (aún sumando el aporte radical a Cambiemos) lo que
documenta que hay un 10% que se va a Massa y Stolbizer; en Córdoba no llegó al
40% de los votos y quedó atrás de UNA; y en CABA se clavó en 48% cuando todos coincidían
en asignarle una expansividad claramente superior al 50%.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El promedio de 35% en la Región Centro no le alcanza a Macri
para ser competitivo en octubre, más aun cuando no tiene mucho para recolectar
en el norte del país y la Patagonia, y teniendo en cuenta que va a perder votos
radicales en la PBA. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Massa estuvo atravesado por una paradoja: hizo una muy buena
elección en el interior nacional, donde se decía que no tenía anclaje por la “falta
de un partido nacional” que el PRO supuestamente tenía aunque sea nominalmente
(doce años de existencia del PRO contra dos del FR) y no hizo una elección
buena en la provincia de Buenos Aires, donde debía (y debe) quebrar la “tendencia
nacional” que lo separó 9 puntos de Macri.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mi percepción de la elección presidencial en PBA es que hubo
un voto bronca de la clase media consolidada de las zonas céntricas del
conurbano que se fue en forma bastante homogénea e indiscriminada a Macri pero
que en esa movida expone su carácter volátil: son votos que una vez pasada la
calentura de las PASO pueden ser recuperados por Massa, más aún si se comprende
que la competitividad “opositora” de Macri no era finalmente la que vendía la
cantata de la polarización.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo cierto es que, sin abusar de la chantada del “voto clasista”, si Massa corrige ese drenaje
de votos en las zonas céntricas, la perspectiva es positiva porque en las escuelas
y mesas pertenecientes a zonas más intermedias de los distritos del conurbano
(clase media baja, cuentapropismo informal, asalariados jóvenes) la fidelidad
al voto “<a href="http://desiertodeideas.blogspot.com.ar/2013/10/impacto_28.html"><span style="color: #990000;">histórico</span></a>” de Massa fue alta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si Massa consolida su segundo lugar en el NOA, la gran
elección en Santa Fe, y visita un poco más la Patagonia para galvanizar
porcentajes que sin su presencia fueron aceptables (Neuquén, Río Negro), lo que
le queda por hacer es salir a comerle votos a Macri en la PBA para instalar la
paridad de cara al balotaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El escenario post-PASO se abre hacia el campo de las
elasticidades, donde la destreza política de los candidatos toma más
importancia para detectar y reconducir volatilidades disponibles de cara a una
instancia intermedia de catch all que la propia dinámica PASO-General impone
como necesaria tanto para fidelizar la PASO de partidos (en este rubro, la
pactación abrupta Scioli-CFK para la candidatura única reconoce la peligrosidad
de las PASO, que se omiten en defensa propia y condicionan al resto de las
fuerzas) como para sobrevivir en octubre y más allá, a la hora de reordenar los
bloques de poder dentro del sistema político.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese marco, la naturaleza “peronista” de Scioli y Massa
los coloca en una posición relativa de ventaja frente a Macri, más dispuestos y
con más gimnasia política para explorar las flexibilidades de la oferta. La
ausencia de hegemonía en Scioli, más que un obstáculo electoral (que lo es) <i>es un obstáculo político</i>, y por lo
tanto, <i>sobreviviente a la escena
electoral</i>.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri no puede permitir que un 1,5% de Sanz se vaya por la
canaleta de los que no están tan urgidos por comprar el business de la
polarización y además salir a cazar por afuera del zoológico del
antikichnerismo hormonal, ese que construyó los cimientos de la política de la
intransigencia: la ambigüedad barrosa del catch all (es decir, de la política)
es para él un desafío sobre algo más silvestre como la efectiva relación de Macri
con el poder, y su estatura política va a estar definida por el éxito de esta
tarea (es decir, ganar.)</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Massa, por sus dificultades objetivas en la instalación y por
ser el tercero de la PASO, ya viene obligado hace rato al muñequeo: ahora esa
gimnasia tiene que trabajar sobre las debilidades geopolíticas de Macri,
teniendo en cuenta además que en esta coyuntura, cada voto que pierda la
coalición Cambiemos en la PBA es un voto que va directamente a Massa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Porque aunque los candidatos no lo digan, la sucesión al
kirchnerismo además de definir a un presidente, define otras cosas: la
modificación cualitativa de los ejes que ordenan la relación
oficialismo-oposición, que van a estar habitados por una idiosincrasia y una dinámica
política totalmente distinta a la que rigió durante el kirchnerismo atendido
por sus propios dueños.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-87599176819552654702015-06-24T09:00:00.000-03:002015-06-24T09:00:02.007-03:00La balada de la restricción externa<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span lang="EN-US"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span lang="EN-US"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span lang="EN-US"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">He said: I´m a
minister, a big shot in the state.</span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; text-align: center;">Bjorn Kristian Ulvaeus</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No existen los “modelos”, pero que los hay…: hasta el 2009, el
manejo “político” del tipo de cambio estuvo contenido dentro de los limites
genuinos que fijó la onda expansiva del tipo de cambio alto y competitivo de
2002-03, y los atrasos deliberados se compensaban automáticamente por los márgenes
de competitividad productiva que la economía todavía tenía “naturalmente”, es
decir, sin intervenciones cualitativas del Estado para ampliar producción ya
sea por vía de inversión o creación de capacidad instalada adicional (teniendo
en cuenta que vía consumo solo se llega a llenar capacidad instalada total a un
80%, por lo tanto para completar ese 20% “ocioso” hay que sofisticar la macro
estatal para construir más mercado).</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En 2010 se afianza la decisión política de usar a fondo el
tipo de cambio como ancla inflacionaria, negociar paritarias al alza por encima
de una inflación que ya era alta y generar un aumento del salario real para
lograr que el impulso del consumo tenga efectos más potentes sobre el poder de
compra que los que hubiera tenido si se hacían aumentos de acuerdo a los
límites genuinos que la economía concedía en ese momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con una inflación “buena” del 25%, tipo de cambio clavado y
salario real 10% arriba en dólares se ingresa en un proceso de bienestar de
consumo que ya es artificial (es decir, real pero artificial) porque el manejo político
del tipo de cambio salta por fuera de los limites macroeconómicos genuinos que
había estructurado el modelo inicial: como ya no hay márgenes naturales para la
corrección competitiva-productiva automática del atraso gestado, el shock de
consumo produce efectos reales durante un año y medio (el 54% de Cristina) y se
genera la restricción externa (cepo) que produce inmediatamente la caída de ese
salario real “mejorado”, enviando al asalariado las primeras señales claras de
inestabilización económica.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Al cepo siguieron la brecha cambiaria con el paralelo y la caída
de reservas en un círculo vicioso hacia la devaluación sin exportaciones (es
decir, no competitiva) del verano de 2014, que no resolvió la restricción externa
autogenerada.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En este tiempo, el gobierno no tuvo políticas para afrontar
el problema de la restricción externa. La cuestión no es menor, ya que se
indispone con la agenda desarrollista que los presidenciables dicen impulsar, y
porque afecta progresivamente el empleo y el poder adquisitivo.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente que así como se repliega sobre la candidatura
única como gesto de defensivismo electoral, el gobierno se apalanca sobre el
65% de consumo del que hoy está dotado el PBI contra inversión y exportaciones,
entendiendo que hay un costo político insalvable en la reformulación productiva
de esos porcentajes de la torta del crecimiento, aun cuando la ecuación
consumista revele una cuenta regresiva contra el empleo … y el consumo.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las elecciones provinciales empiezan a traducir políticamente
el problema de la restricción externa. La derrota del Fpv en Mendoza es menos importante
en la categoría gobernador que intendentes: el PJ perdió en dos bastiones históricos
como Las Heras y Guaymallén ante candidatos radicales que no pertenecen al
aparato radical (Orozco e Iglesias, dos cobistas que no responden al cornejismo)
y los gansos arrasaron a López Puelles en Luján de Cuyo, lo cual representa un
golpe durísimo para la liga de intendentes de Carlos Ciurca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese sentido, no fue casual el especial agradecimiento de
Cornejo a su compañera de fórmula Laura Montero a la hora de mencionar las claves
de la victoria: el discurso de Montero martilló sobre los problemas de la caída
de la economía provincial y sus efectos sociales sobre el empleo y el consumo (más
que sobre las ganancias dejadas de percibir por los productores) y sintonizó
con la realidad de los mendocinos asalariados directamente impactados por el
efecto de la producción regional sobre la cadena de servicios, transportes y
comercios que viven de ella (el Gran Mendoza).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La elección de Río Negro también expresó que la restricción externa
ya no deja margen de compensación productiva “autónomo” para las provincias. La ruptura con
el kirchnerismo le permitió a Weretilneck construir un adversario al cual le
asignó la responsabilidad por la falta de políticas que preserven la producción
regional y junto con ella, la actividad económica aledaña (incluso las changas
y otros laburos en negro derivados) que no depende de los anabólicos de la administración
pública.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este esquema de impacto de la restricción externa en las
economías regionales no es novedoso en la historia electoral del país. Mendoza
y Río Negro son economías poco alcanzadas por los regímenes de producción
industrial, y el Estado nacional no implementa para estas provincias correcciones
macro que le permitan asimilar productivamente los atrasos “nacionales” con los
que se “cuida” el 65% de consumo del
PBI; por lo tanto, son las que primero expresan políticamente esta falla en la
macroeconomía del gobierno nacional. Luego siguen las provincias del NOA en
orden ascendente (San Juan, La Rioja), de acuerdo a la idiosincrasia productiva
y la incidencia económica de la administración pública.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay que considerar que, más allá de sus arrestos pragmáticos
para tomar deuda china e intra-publica y pisar impos para frizar el tipo de
cambio, el kicillofismo piensa que el atraso cambiario es un presupuesto
distributivo (ay) y que la restricción externa es inexorable y hasta necesaria
para “disciplinar” al lobby industrialista (aaayyy), lo cual explica gran parte
de las medidas económicas equivocadas de Cristina en los últimos años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese sentido, aparece como lógico que Cristina repita para
estos meses electorales el combo atraso-convergencia de salarios e inflación,
aunque ya de más modestos alcances adquisitivos y sustentado solo en el consumo
público ante la caída constante del privado, lo que significa una definitiva
postergación del problema de la restricción externa para el próximo presidente.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ninguno de los presidenciables se ha referido al tema de la
restricción externa, aun cuando luego de asumir no tengan más de seis meses
para resolver el tema.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri considera que va a tener capital político para hacer
cirugía mayor sobre la demanda por la vía monetaria, cuando en realidad el eje
del problema no es ese, ni el instrumental el correcto; Scioli le pone fichas
al endeudamiento táctico para ir “llevando” la restricción externa, sin que
aparezcan dólares genuinos por la persistencia del atraso; Massa, vía Lavagna,
parece el más interesado en generar una inyección de exportaciones que “dolarice”
el comercio externo y trabaje más directamente sobre la restricción, lo cual
requiere una macro muy aceitada (BCRA-Mecon) y un “sacrificio” impositivo del Estado
en favor de la masa salarial intermedia (clase media-baja, pymes,
cuentapropismo) que hoy no recibe “nada” del gobierno.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ni la inversión ni el endeudamiento, por si mismos, arrglan este tema externo que daña al mercado interno, y la cuenta regresiva tiene fecha cierta para el próximo presidente: se trata de una decisión política que pondrá a prueba el liderazgo y el esquema de gobernabilidad diseñado por quien asuma en diciembre.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-6106568276153579252015-06-08T20:10:00.000-03:002015-06-09T16:19:53.741-03:00La sombra del caudillo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX3Y7gHnCkyZkQaBgfO4wsf6xiSWjw_n_nAxVNzqpxqKztcsEF3DB94QFWIVYjgBtLuDYO_zffVa_On6VKqNcu51XooTNa6-IUsCLvSOjrnwqyEJvB5esn4DFdUm5HsHTu9Z_WJlnX9fU/s1600/pe%25C3%25B1anietovota.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX3Y7gHnCkyZkQaBgfO4wsf6xiSWjw_n_nAxVNzqpxqKztcsEF3DB94QFWIVYjgBtLuDYO_zffVa_On6VKqNcu51XooTNa6-IUsCLvSOjrnwqyEJvB5esn4DFdUm5HsHTu9Z_WJlnX9fU/s400/pe%25C3%25B1anietovota.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las elecciones de medio término en los Estados Unidos
Mexicanos arrojaron resultados que permiten leer como acertada la decisión política
de Peña Nieto de acelerar la batería de reformas pautadas por el Pacto por
México (PPM) durante el 2013, aprovechando el envión de los votos al flamante
presidente para tomar medidas de cierto largoplacismo.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esa aceleración de entrada (las reformas energética,
electoral, impositiva, medios y telefonía móvil, educativa) le permitió al
gobierno federal llegar con envión al medio término, que lucía conflictivo por
una macro casi estancada y la violencia originada en la disputa narco que termina
por amortizar el capital político de todo oficialismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Peña Nieto usufructuó el PPM en dos niveles: uno
centralmente institucional (la gestión ejecutiva de las reformas como motor del
gobierno) y otro más político por el cual el pacto disciplinó la enjundia de
los partidos opositores y les quitó armas para diferenciarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esa utilidad política del PPM que pensó Peña Nieto para compensar
los recursos hegemónicos que había perdido el PRI luego de su salida del poder
federal y posterior modernización partidaria en el llano, no pueden minimizarse
entonces a la hora de analizar la elección de ayer. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si bien se preveía una performance a la baja de las tres
fuerzas políticas principales, el PRI hizo una elección bastante dominante
tanto en el tramo de diputaciones federales con mayoría simple como de
representación proporcional: 29% de PRI neto + 7% de PVEM para llegar a 36%
dentro de la coalición priista, más 4% del sello Nueva Alianza-PANAL que el PRI
pone por cuerda como pata sindical para sumar boletas en el cuarto oscuro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">40% para “plebiscitar” a Peña Nieto es un número que está
por encima de las expectativas y oficia como sólida plataforma de arranque para
este segundo tramo del mandato que ya empieza a registrar los efectos “sociales”
de las reformas del 2013: la reducción de tarifas en los servicios públicos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El PAN quedó con el 20%, y sin una figura electoral nacional
potente, apostó a las elecciones estaduales y municipales, aprovechando la
incidencia que ganó en el voto rural a expensas del PRI durante sus 14 años de gestión
federal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La fractura de la izquierda mexicana quedó evidenciada en
las urnas: el PRD se desplomó al 11% y la nueva franquicia de Andrés Manuel López
Obrador (Morena) recogió 8.5 % y dominó la elección municipal en el DF. La
naturaleza eminentemente capitalina y universitaria de la izquierda mexicana
explica la puja de PRD –Morena en la eleccion a delegados en el DF y le da
chances a López Obrador para la intendencia en 2018, mientras en el PRD ya
empezaron a pedir la alianza con Morena para parar la fuga de votos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quienes desconocen la idiosincrasia y la dinámica de la política
mexicana, pronosticaban una caída letal de Peña Nieto por el caso de los
estudiantes asesinados en Ayotzinapa, sin reparar en la dimensión “histórica”
de la violencia narco para un país como México, y del exacto mapa de esa violencia
dentro del territorio mexicano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese sentido, la elección sirvió para graficar cual fue la
apreciación social realmente existente al matizar las responsabilidades
políticas: la vinculación directa del PRD a las narcobandas que asesinaron a
los estudiantes explican el triunfo del PRI tanto en el municipio de Iguala
como en la gobernación de Guerrero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el nivel estadual no hubo cambios sorpresivos en la
distribución de poder: el PRI perdió tres gobernaciones, recuperó dos y retuvo
tres, el PAN perdió una, ganó una y retuvo una y el PRD recuperó una y perdió
una.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La victoria categórica del extrapartidario “El Bronco” Jaime
Rodríguez en Nuevo León (la San Pablo mexicana) debe leerse menos como el “fin
de los partidos tradicionales” por razones sociológicas o vilmente
tonynegristas que con las propias decisiones aperturistas del gobierno de Peña
Nieto al aprobar la reforma electoral que permite la postulación de candidatos
extrapartidarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las conclusiones de esta elección revelan una constante,
lenta pero segura, en el sistema político mexicano: 1) un partido nacional que
se moderniza y sacrifica en esa transfiguración su capacidad hegemónica; 2) la
apertura democrática a opciones políticas no subordinadas a la rigidez del
partidismo histórico, promovida por el PPM aun en contra de los intereses de
los partidos tradicionales que motorizaron el pacto; 3) la celebración de
comicios cualitativamente transparentes frente al esquema larvado pre 2000,
provocado por la deformación hegemónica del partido de gobierno, una vez
fallido en la representación.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-5912167306289549782015-05-13T09:00:00.000-03:002015-05-13T09:00:05.873-03:00El gran silencio<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i> </i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nunca se es
suficientemente fuerte allí donde uno busca la decisión, </span></i><i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">y es preferible ser batido políticamente en los lugares secundarios,
con tal que sepamos vencer en los lugares decisivos.</span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con la mayoría silenciosa bonaerense parapetada en el no sabe-no
contesta, es natural que las tendencias electorales se recuesten y formulen su
construcción de expectativas sobre la dinámica sobrepolitizada que expresa la
propia clase política, aun con las extremas limitaciones del caso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es ahí cuando las “internas” partidarias demoran su salida
del escenario político y no permiten discutir la naturaleza de los liderazgos
presidenciales en pugna a tres meses de la primera elección presidencial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es decir: todavía no hay un debate de lo que son Macri,
Massa y Scioli en función de sus propios liderazgos posibles para conducir al
país durante cuatro años, más allá del lugar que ocuparon durante la década kirchnerista,
totalmente inconducente políticamente para definir el presente y futuro de
estos tres nombres propios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Con ese criterio, el cavallismo hormonal que expresó NK
hasta enero-febrero de 2002 (la puja cívico-política de dolarizadores vs. devaluacionistas)
debiera haber definido la naturaleza electoral de 2003 y la conducción política
posterior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esa imposibilidad de discutir los proto-liderazgos revela
que, desde lugares diferentes de acumulación política y con estrategias
disimiles, Macri, Massa y Scioli no alcanzan todavía a cristalizar una
presencia electoral autosuficiente a nivel nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para Macri, la temporada alta electoral de Santa Fe-CABA no
termina otorgando buenos números <i>nacionales</i>,
y la alianza de DLS con el FR en Córdoba trabaja sobre los votos efectivos en
disputa que el PRO necesita crucialmente para la elección nacional; también
afecta la captura de voto peronista flotante que Scioli buscaba atraer para sí
en la segunda provincia del país.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En las provincias NOA-NEA, Macri debió bajar a sus
candidatos para evitar repetir el revés de Salta y se colgó de las coaliciones
pluripartidistas que los radicales territoriales vienen construyendo desde 2013
(La Rioja, Jujuy, Tucumán, Corrientes). Y
en las provincias patagónicas las expectativas de insertarse en una ecuación
pluripartidista viable son bajas, frente a una opción estrictamente propia casi
nula.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri pretendió galvanizar su déficit de liderazgo con la PASO
del partido europeo-porteño en la Ciudad, pero un reflujo de votos de cara a la
general y un balotaje local estrechado le pondrían un techo al aporte local a
la ecuación presidencial si se verifica que los números de la región centro no
alcanzan para cerrar la brecha para el piso nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri también define aspectos del perfil que pretende para
su liderazgo cuando elige competir en PASO con candidatos sin anclaje
territorial (a diferencia de Massa) que le permiten optimizar su sesgo opositor
ante las audiencias electorales sobrepolitizadas, pero lo limitan ante una
instancia de mayorías que siempre se nutre de deseos más silvestres que los que
expresa una pertenencia política concreta. Un comportamiento más pragmático del
Pro (la línea Monzó, un poco sobrevendida en las ultimas semanas) depende en
gran medida de lo que haga o deje de hacer Massa para afianzar su posición en
el escenario nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Haiku alsinista: solo con la provincia de Buenos Aires no se
gana, pero sin ella ni siquiera se puede jugar el partido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Scioli define su expectativa de liderazgo a través de algo
inasible: la “tensión simbólica” con Balcarce 50. El villañatense forjó “su
historia” sobre la base de una conducta política pasiva que “existía” gracias a
que la responsabilidad político-administrativa emanaba todo el tiempo del
ejercicio de poder de Balcarce 50. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El no-gobierno provincial como gesto de supervivencia política
también es una elección que define los límites del proto-liderazgo de Scioli:
Scioli es un político que (a diferencia de Menem, Kirchner y Duhalde)<b> <i>no
nutre</i></b><i> su afán soberano desde la
vocación para incidir subjetivamente en “la conducción del desorden”</i> que es
la política argentina y que permite formar una mínima hegemonía que todo PEN
necesita para jugar como carta política de su propia gobernabilidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Frente a la desmesura politica de Kirchner (intendentes, transversalidad, Moyano, orgas derechohumanistas, Repsol, Cobos, Urquía, movimientos sociales, Magnetto), Scioli es un minimalista de la nomenklatura justicialista. Como en los
partidos artificiales de Villa La Ñata, Scioli se para de “pescador” en el área
y espera que el PJ lo abastezca. En este sentido, es la primera vez que el PJ
presenta un candidato presidencial con una morfología política tan similar a la
de Luder.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A diferencia de sus dos competidores, Massa optó por un
esquema de acumulación política agresivo, de índole frentista y territorial con
epicentro en la PBA, y desde ahí ir saliendo a la ecuación nacional. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si Scioli se apalancó en dos institucionalidades que lo
exceden (el PJ y la administración pública provincial) y Macri en la
institucionalidad cuasi-provincial de mayor viabilidad presupuestaria, Massa
fue el que tuvo que hacer “más política” para compensar ese arranque “jurisdiccional”
desparejo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Conformó una liga de intendentes de eje gestivo que solo en
el momento oportuno se tradujo en herramienta electoral para recién ahí ir a
una instancia frentista de mayor alcance.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A esa liga originaria de intendentes se agregaron a partir
de julio de 2013 otros intendentes, sectores sindicales, orgánicas partidarias
del panradicalismo y panperonismo, algunas que venían de experiencias ejecutivas
territoriales recientes y otras que no. Esta confluencia de cosmovisiones políticas
siempre es conflictiva cuando todavía no hay un liderazgo nacional refrendado
(es decir, una elección presidencial que resuelva la interna general del
partido del orden, como en 2003) que la contenga con más facilidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese aspecto, Massa construye el edificio que al mismo
tiempo habita, con los riesgos del caso, pero al mismo tiempo deja entrever cuáles
son sus expectativas de liderazgo: es evidente que no es lo mismo “conducir” a
Cariglino, Othacehe o Acuña que a Michetti, Larreta, Sanz o Baldassi, o dejar
el tramite político de la conducción de Espinoza, Mussi o Gray al PEN saliente.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los corcoveos en el FR también ponen sobre la mesa un
problema que se extiende a gran parte de la política bonaerense: la existencia
de dos categorías de intendentes del conurbano (“barones y blancos”) que se
fragua en la interna general de 2005 y sale a la luz en las ejecutivas del
2007. Los “blancos” hacen una política municipal expansiva y tienen una agenda política
propia, mientras que los “barones” prefieren políticas territoriales
estrictamente defensivas tanto en lo político como en lo administrativo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esa puja es más explícita en el FR porque los “blancos” son
mayoría y pretenden darle una impronta política propia a la fuerza que integran;
de ahí que las “fugas” y “expulsiones” sean voceadas por los primus inter pares.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el Fpv el balance entre “blancos” y “barones” es más equilibrado,
y la discusión está soterrada por las necesidades de la “ética de la
responsabilidad” que demoran beckettianamente “la interna”: como dijimos en <a href="http://desiertodeideas.blogspot.com.ar/2014/05/la-renovacion-y-la-prosa-de-los-votos.html"><span style="color: #990000;">un viejo texto de actualización doctrinaria</span></a>, el peronismo solo debate ideas y
formula internas cuando está fuera del poder.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El hecho de que las fugas que sufrió el FR no hayan logrado
insertarse en un lugar de mayor competitividad electoral al que ocupaban en el
massismo da indicios de tres cosas: que no hay una oferta electoral “superadora”
que domine con nitidez el mercado electoral por encima de las otras, que no hay
“cheque en blanco” para ninguno de los proto-liderazgos en pugna y que Massa
continúa teniendo su centro de gravedad electoral en la PBA para condicionar al
resto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A tres meses de la elección presidencial aka PASO de candidatos
que define a quien le queda la mochila del reflujo de votos contra la general,
lo imprescindible para Massa es no tener voces internas que lo desautoricen políticamente
en la recta final. Algo que Macri no padece por sus elecciones restrictivas de
liderazgo, y que Scioli pretende saldar de manera más definitiva cuando salte
la valla de la “lapicera”.</span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-61340425899446241382015-04-28T09:00:00.000-03:002015-04-28T09:00:03.512-03:00PASOs<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> Era muy triste y raro
que esa noche, <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">que era la primera de mi brillante fortuna, <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">fuese la más solitaria que había conocido.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Charles John Huffam
Dickens<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los primeros cinco desdoblamientos del año permiten inferir
algunas lecturas, las más de ellas de carácter provincial, pero que pueden
ofrecer datos para decodificar el cauce posible de las tendencias nacionales
que alumbren en agosto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se verifica la lógica local del voto, y la búsqueda forzada
de la clase política de asignarlos a una tendencia nacional que el propio
electorado se rehúsa a “cantar” en las encuestas. Con una materia prima tan
acotada, es lógico que los sondeos fallen o sean disimiles entre sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El FPV exhibe una performance local superior a 2013 por el
pasaje de una instancia legislativa a una ejecutiva que le permite oxigenar su
estrategia defensivista nacional, pero que en los casos de mayor expansividad
(Urtubey en Salta, con un combo “histórico” de electorabilidad-territorialidad
mucho más afianzado que el resto de los gobernadores oficialistas) se
establecen en una media electoral que no compensa una pérdida relativa de votos
en la PBA.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin escenario factible de 40 + 1, tampoco hay una
degradación de “segundas fuerzas” al 25-20%, y por lo tanto es muy difícil una “polarización”
entre dos fuerzas, algo que el sistema político argentino “subsistematizado” no
admite desde el 2001, con la aparición de los panperonismos y panradicalismos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El PRO se halla en el camino de la maximización de
expectativas que le permita compensar en las provincias de la región centro
aquello que “pierde” en la PBA, pero se trata de un trayecto hostil que el termómetro
ansioso del excelso Pagni se encarga de denunciar en los diversos tratamientos
que hace de la “molesta presencia” de Massa en el escenario electoral. En
definitiva, el mayor problema de Macri es el de no haberle ganado nunca “por sí
mismo” al kirchnerismo en una ecuación electoral nacionalmente relevante, y que
su esquema de acumulación política tenga un formato restrictivo que termine por
poner en duda su “hambre nacional”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese panorama, el FR aparece expectante, tratando de contrarrestar
las expectativas que tanto el fpv como el pro “gestionan” dentro del
establishment político, a partir de la
posición dominante de Massa en la PBA y en la huella típicamente “peronista”
del NOA, NEA y parte de la Patagonia. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De acá a agosto, Massa necesita trabajar
para pulir las distancias electorales en la PBA que le permitan fijar la
equivalencia al 40% de los votos provinciales y cerrar una provincia grande de
la región centro que automáticamente trabaje ya cualitativamente sobre los “efectivos”
regionales de Macri, y no en forma peligrosamente “residual” como hasta ahora
parece ser la estrategia del tigrense.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La paridad de los presidenciables de acuerdo a las
idiosincrasias electorales regionales se refleja en la índole de los armados
provinciales. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Luego de la convención radical que selló el acuerdo cupular con
el PRO, la naturaleza de las alianzas locales no se restringieron a esa
directiva partidista y el eje radical territorial avanzó en esquemas
pluripartidarios más extensivos que incluyeron al FR (La Rioja, Chaco,
Corrientes, Mendoza) y que de algún modo “denuncian” cual puede ser la real
incidencia de cada presidenciable en la contienda de agosto.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese mismo
sentido, pero con otro mecanismo de acumulación política, puede leerse la posible
convergencia de tres peronistas no oficialistas en el eje PBA-Córdoba-Cuyo como
la consecuencia de la debilidad expansiva del partido peronista nacional
gobernante a la hora de recuperar adhesiones regionales necesarias para
reconstruir hegemonía para “representar bien” las exigencias de una nueva
instancia del partido del orden.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La elección vecinal de ayer en la Ciudad arroja datos de
cierta relevancia nacional que no invalidan el profundo comportamiento local
del votante porteño: Macri sorteó el riesgo innecesario de haber optado por uno
de sus candidatos y obtuvo entonces un beneficio político extra: desactivó el
eventual juego propio de Michetti y mejoró sus expectativas en la búsqueda de
mostrar “autoridad política” ante las audiencias sobrepolitizadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero en el campo del datodurismo electoral (que también da
indicios pero más concretos de los límites de acumulación política y liderazgo
posibles) se comprobó que a pesar de la expansividad sin precedentes de una
Paso competitiva (que permite apreciar la mayor elasticidad posible del catch
all macrista), el PRO sacó menos votos ahora que Macri en la elección modelo
del 2011 (con todos los oficialismos en fases expansivas atípicas, desde el 54%
de Cristina para abajo) y que el índice de presentismo se mantuvo en el numero histórico
de la Ciudad en los últimos veinte años, pero fue justamente inferior al de
2011, que a su vez es inferior al histórico de la PBA.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sería comprensible que ante la detección del “trayecto
hostil” para alcanzar la pretensión ganadora de Macri, los Pagni busquen
soluciones erráticas que incluyan a Massa sin evaluar correctamente la
patrimonialidad electoral de la provincia de Buenos Aires. Es ahí cuando el “40+1”
retorna como síndrome de estocolmo de la oposición que no puede ganarle “por sí
mismo” al kirchnerismo, y allí reside hoy el principal problema de Macri: en no
comprender que su supervivencia política y su “expectativa electoral” existen
por el simple hecho de que también Massa está insertado en el escenario
electoral nacional.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-88560569090523984192015-03-05T09:00:00.000-03:002015-03-05T09:00:08.607-03:00El camino de los votos<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;"><i>La muralla que ataja a un</i></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;"><i>ejército es sobrepasada</i></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;"><i>por una hormiga.</i></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;"><i><br /></i></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;">Gustavo Martínez Zuviría, escritor,</span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white;">y funcionario público argentino entre 1931 y 1955.</span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El comportamiento político de los tres presidenciables más
competitivos en esta zona de transición electoral que se surfea hasta que
arranquen los desdoblamientos y el calendario PASO nacional tiende a
parapetarse en los territorios propios y afines, y generar desde allí las
expectativas hacia al resto del arco político más que a los propios electores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La lógica coyuntural del caso Nisman y el diferendo entre el
oficialismo y el poder judicial empiezan a amortizarse políticamente; se trata
de un tema que tiene relevancia institucional pero que carece de centralidad a
la hora de la asimilación electoral que Massa, Scioli y Macri necesitan generar
para construir sus propias mayorías de cara a agosto. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente que el hecho
genera tendencias de trazo grueso que debilitan al oficialismo y acrecen a las
candidaturas no identificadas como tales en el ánimo general del electorado,
pero que no alcanzan a ser determinantes a la hora de direccionar el voto sobre
la singularidad de los nombres propios en pugna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si bien los internismos en el FR, FpV, Pro y UCR siguen
siendo los datos políticos mediocres del fin de un verano en el que cayó el
consumo privado costero deflactado, el rumbo intuitivo de los presidenciables
en la instancia proto-proselitista permite avistar cómo se distribuyen los
esfuerzos del voto por voto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En este sentido, Macri fue quién pareció más urgido en estas
semanas por generar expectativas de poder de fuego; para eso, necesita
maximizar su incidencia en Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Capital Federal como
casi un obligatorio mecanismo de compensación electoral en el marco del
distrito único nacional; es decir, Macri necesita sacar muchos más votos en esos
cuatro distritos que los que Massa necesita sacar en la PBA para estar en zona
de balotaje. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De ahí la fuerte campaña de instalación desarrollada por Macri vía
medios y encuestas, y la necesidad de un acuerdo con Reutemann que le maximice la
ecuación santafesina en octubre. La decisión del Lole es comprensible, luego
del desguace del PJ santafesino a manos del Chivo Rossi y Balcarce 50 desde
hace seis años, y de que la mitad del voto histórico peronista en la provincia
virara hacia Miguel Del Sel. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Conclusión: Macri necesita generar altas expectativas en las
provincias grandes para “condicionar” a sus adversarios. El problema es que el
rival “también juega” en esos territorios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Scioli está insertado en una lógica política que lo
trasciende y que solo podrá “condicionar” si logra hacerse valer como candidato
ganador antes de las PASO (“la candidatura única”); por el momento, prevalece
la dinámica defensivista que impone el PJ, a la que Scioli se amolda para
aprovechar la estabilidad flotante a la baja que brinda institucionalmente el
partido. La magnitud de la ecuación defensivista del PJ parece significativa:
las bajadas de Capitanich a Resistencia y Ciurca a Las Heras implican que las candidaturas
provinciales “no contienen”, y que existe un “conflicto de agendas” entre
gobernadores e intendentes del peronismo efepeveísta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Conclusión: Scioli busca dominancia táctica allí en donde
gobierno y partido confluyen pacíficamente por su grado de organicidad (Río Negro,
La Pampa), pero al optar por el esquema partidista sacrifica su propio rango de
electorabilidad en instancias de primera minoría y balotaje en el marco del
distrito único nacional, condicionando allí el comportamiento de su propia
estructura partidaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Massa optó por galvanizar su posición dominante en la
provincia de Buenos Aires, básicamente con arreglos seccionales de “estructura”. </span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En Misiones, Puerta optó por cerrar con el FR, a pesar de sus históricas afinidades
electivas con Macri hasta 2013, lo cual marca hasta qué punto se está
produciendo una sofisticada regionalización del voto nacional de cara a
agosto-octubre. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese aspecto, Massa parece bastante asentado sobre el trípode
PBA-NOA-NEA (¿remember 2003?), lo cual reafirma por donde pasa </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">la transferencia real</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> de los votos, más
allá de los discursos y de las disputas entre candidatos, y de lo poco que
explica sobre todo ello el clivaje oposición-oficialismo que todavía se menea
en las audiencias sobrepolitizadas.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La pregunta es si Massa ya extrajo todo el “voto opositor
duro” posible durante el tacticismo que aplicó desde 2013. Mi impresión es que
no, pero que la jugada separatista del 2013 puede también empezar a rendir
dividendos si se orienta el discurso a la zona de transferencia real de los
votos de acuerdo a este mapeo de las potencialidades electorales. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por lo
pronto, la “cuestión judicial” parece haber dado un climax coyunturalista con
la muerte del fiscal al que no parece conveniente retornar para los
presidenciables. Al gobierno le conviene seguir la zaranda porque invisibiliza
políticamente su salida del poder y sus déficits operativos más relevantes que
no honran políticamente al partido del orden (la opción por el atraso cambiario
artificial, las gravosas condiciones del acuerdo con China que agravan la
restricción externa e impactan en el mercado interno y el empleo –trasladando
un problema financiero a la economía real-). Pero la largada electoral obliga a
Massa a retomar el eje en la inseguridad, la inflación y abandonar el
coyunturalismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Conclusión: Massa parece tener más problemas extra-políticos
que políticos. A diferencia de Macri, su rango de electorabilidad se repliega
sobre el 38% del padrón nacional y no sobre el 9%. Y a la inversa de Scioli, es
un candidato “no oficialista” que envasó “en origen” votos (pos) kirchneristas.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si, como se dice, el establishment económico no quiere “financiar”
a Massa a pesar de su rango de electorabilidad (confirmando las afinidades con
Macri y Scioli que se vocearon en el coloquio de IDEA) lo que tenemos es un dato
político interesante para definir los perfiles presidenciales de los tres
hombres en pugna, y lo que para Massa puede ser un problema “operativo” también
es una oportunidad: afianzar su acción política por el camino autónomo que marcan
los votos. <i>Es el liderazgo, estúpido.</i></span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-57853040566016913542015-02-10T18:17:00.000-03:002015-02-11T09:35:31.073-03:00Internas<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me despertó la realidad<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> y fue mi muerte<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Alberto Aguilera
Valadez, poeta y compositor mexicano.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El estío político ofreció menos una vinculación efectiva de
los políticos con la sociedad que con la intangibilidad de los escarceos y
sonidos internos de sus propias estructuras partidarias. Todavía no convocada
la puesta en situación electoral, para el ciudadano común es el tiempo de la
calma chicha y el relojeo prudencial, para los climas militantes corresponde el
trip íntimo de ansiedad e incertidumbre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los tres espacios más competitivos (FR, FPV y PRO)
evidenciaron diferentes tipos de inconvenientes en su trama de acumulación
política. En el caso del FR los corcoveos provienen, previsiblemente, de las
precandidaturas a gobernador en la PBA, territorio donde el renovadorismo
ostenta el centro de gravedad electoral frente a las otras dos fuerzas, y donde
el paraguas presidencial de Massa bonustrackea sobre cualquier candidatura
provincial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Además, la lógica de no-gobierno que le imprimió Scioli a la
institución ejecutiva provincial durante ocho años, en concurrencia con la
aparición de un grupo de intendentes que trascendieron la filosofía “alumbrado-barrido-limpieza”
y la lógica defensivista de la política municipal, terminaron por evanescer el
peso político propio (tanto gestivo como partidario) de la figura del
gobernador en la trama del poder provincial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este cambio tiene efectos concretos sobre la perspectiva
electoral provincial: el pueblo bonaerense vota presidente-intendente como
tramos relevantes de la boleta por encima de la categoría gobernador. Esta dinámica,
y la naturaleza nueva y heterogénea del FR explican gran parte de la interna
renovadora, e indirectamente, explican por qué hay pocos intendentes y muchos
funcionarios nacionales dentro de la precandidatura efepeveísta a la
gobernación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El problema intestino del PRO surgió impensadamente en su
territorio más potente y también con el margen que da el paraguas presidencial
de Macri. Sin embargo, sorprende la poca paciencia de Macri para ir al barro
del conflicto: concedió forzadamente la PASO a Michetti, y enseguida cargó las
tintas a favor (Larreta) y en contra (Gabriela) de </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">sus</i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> respectivos candidatos, introduciendo una lógica facciosa allí
donde la conducción política indica que hay que matizar hacia adelante, y dejó
la puerta abierta para que otras fuerzas políticas incidan y saquen provecho. A
este gesto político restrictivo se suma el acuerdo con Carrió, que va en contra
de la estrategia del radicalismo territorial que Macri también pretende
incorporar.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es probable que este arreglo sume residualmente “voto opositor” en el área del partido
porteño y acaso en Córdoba, pero que termine de debilitar al PRO en la
provincia de Buenos Aires, lugar donde este tipo de clivajes “intransigentes”
no construyen representación entre un electorado con tendencia a desplazar su
voto a campo panperonista. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente que con la incorporación de De Narváez al FR,
Massa le quitó opciones a Macri en la PBA y prácticamente lo excluyó de la
disputa de voto “opositor” en ese amplio terreno panperonista. Por lo tanto, el
cierre con Carrió se parece más a lo “posible” que a lo “deseable”, casi
convalidando con esa movida la “renuncia bonaerense” a la que lo invita Massa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Habrá que ver si estas decisiones intransigentes de Macri se
profundizan, y en qué medida la índole de su conducción afectan la vocación de
mayorías de su proyecto presidencial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el FPV el problema interno luce más integral y
estamentado, como corresponde a una sigla que hace base sobre una estructura institucionalizada
nacionalmente como el partido justicialista. Es claro que hasta ahora el
kirchnerismo tiene dos candidatos competitivos en el marco de sus propias PASO,
pero que en ninguno de los dos se vislumbra la encarnación de un liderazgo que
pueda a la vez contener y construir representación, cuestión que suele ser el
motor anímico del peronismo. Que la disputa retórica del verano entre los
candidatos kirchneristas haya girado en torno al tema Clarín (cuestión totalmente
amortizada y ajena para la amplia mayoría del electorado) y no sobre cuestiones
económicas y políticas relevantes, refleja de qué magnitud son las dificultades
del oficialismo para encontrar un liderazgo que asegure supervivencia política
para gobernar a partir de 2015.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el efepeveísmo también se manifiesta otro problema
interno de índole estamentaria, que acá anticipamos: la agenda política “nacional”
de los gobernadores es muy diferente a la de los intendentes. La decisión de los intendentes del PJ
mendocino de desdoblar las distritales para no quedar pegados a la elección
provincial y la presión de los intendentes en algunas provincias del NOA para
ir en el mismo sentido, evidencian un problema de densidad institucional
partidaria que ningún precandidato presidencial efepeveísta parece estar en
condiciones de encauzar. En síntesis: sobran candidatos, faltan líderes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero más allá del dialecto de las internas que atraviesen a
las tres fuerzas, habrá que empezar a descular el lenguaje que pretende usar el
electorado cuando se ingrese a la situación electoral; en principio, habría que
empezar a desactivar esa lectura minoritaria y postrera que sigue explicando
los hechos y los nombres propios de una sucesión presidencial bajo el estricto
clivaje “oficialismo-oposición”, entendiendo que las taras de esa lectura (el
antiperonismo y el populismo sobreactuado como las caras funcionales de una
misma moneda que no remiten a ninguna mayoría y
por lo tanto a ningún proyecto político viable) no expresan más que el
complejo de inferioridad política de quienes no quieren, no pueden o no saben cómo
afrontar de manera virtuosa el hecho sagrado de gobernar la nación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como dice el politólogo argentino Alejandro Sehtman, no
existe una “oposición” como bloque ideológico-práctico que incida en la
política real como tal cosa, lo que hay son nombres propios que buscan la
sucesión presidencial y que expresan distintos grados de “oposición” y “oficialismo”
al ritmo de su propia impronta, y con su propio lenguaje positivo. El barroco
literario “oposición-oficialismo” solo está en las columnas de
opinión y en los programas políticos que nadie lee ni ve, en los que se van del
poder y en quienes no saben como llegar a él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El tipo que va a caminar al cuarto oscuro en seis meses y lo
va hacer una o dos veces más en el año solo busca ser representado, quiere un
sucesor y que toda su relación con la política se condense ahí. Cuando nos
centremos en analizar las diferencias y similitudes políticas entre Massa,
Macri o Scioli en función de lo que quieren y pueden representar por sí mismos
y no a través de lo que el ciclo kirchnerista reflejó en ellos durante doce
años, recién ahí podremos empezar a pensar la política y dejar de pensar la
historia.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-26882293913266127362014-12-09T09:30:00.000-03:002014-12-09T09:30:00.135-03:00La extraña posición<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ18v5PWBoap8_MDD8Tv_KL0n1tVYMhgll9PfXxgi8qpTwagxThiSuqDc-M6bAicL_6yhiVm2OhjSuNr_b5XSp6pwh_FJA080InmwFysX-13CMPFsGIAqMGtw_sH3ONoHzSq2xx2YXHxg/s1600/epn-torreon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ18v5PWBoap8_MDD8Tv_KL0n1tVYMhgll9PfXxgi8qpTwagxThiSuqDc-M6bAicL_6yhiVm2OhjSuNr_b5XSp6pwh_FJA080InmwFysX-13CMPFsGIAqMGtw_sH3ONoHzSq2xx2YXHxg/s1600/epn-torreon.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El problema de la posmodernidad para los partidos nacionales
empieza a tener discusión interna en los ´80. En Argentina, el debate
partidario de la renovación peronista es en el fondo (y en su más cabal
operatividad) la reconfiguración de la relación partido-representación para construir
un perfil de liderazgo: el liderazgo define al partido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En México, las cosas son distintas. El PRI es un partido
nacional que forja su estabilidad hegemónica en la fidelidad operativa hacia el
más ínfimo pliegue de la burocracia del estado. Si el partido “en funciones”
interpreta con eficacia ese ritual burocrático tal como lo espera el votante,
el liderazgo no es necesario como eje de la estabilidad del partido. Sin
embargo, para el PRI ese esquema se resiente a fines de los ´70. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se podría decir que con la cantata de la Revolución no
alcanzaba, ese patrimonio político de la herencia natural ya no cohesionaba
“por afuera” del dispositivo del partido del orden y va limando la legitimidad política del
partido durante los ´80, aun cuando el piso de representación básica todavía
funciona pero no oculta su tendencia declinatoria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En 1988 suceden dos cosas: el PRI sufre una escisión “por
izquierda” que da lugar al PRD, y Luis Donaldo Colosio asume la presidencia del
PRI. Consciente del problema, Colosio lanza la renovación: el PRI tiene que
modernizarse, ampliar sus franjas históricas de representación, dotarse de un
liderazgo que “dinamice” la estructura partidaria. Se instauran mecanismos
directos de elección interna, se fogonea la pluralidad de candidaturas
subnacionales para atenuar el lobby corporativo que presionaba y acotaba los
límites de representación del PRI. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los efectos de estas medidas son concretos: el PRI obtiene
resultados estaduales y federales por encima de la media histórica en los años
subsiguientes y Colosio pasa del partido a la gestión (política y praxis) en
1992 para “contrapesar” a Salinas de Gortari dentro del gobierno, y desde el
ministerio de Acción Social arma programas sociales de alto alcance que hoy
siguen vigentes dentro del profuso asistencialismo mexicano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El trayecto mismo de Colosio refleja hasta qué punto había
sido un error mantener en órbitas distantes al partido y al presidente del
gobierno (en Argentina, ese error es el que hunde la representatividad de la
UCR en los ´80) y en qué medida el liderazgo necesitaba de esa confluencia para
existir: Colosio fue el primer candidato presidencial del PRI que generó, a
partir de ese vínculo personal entre política y gestión, su propio liderazgo
“por encima” de lo que podía ofrecer la mera institucionalidad partidaria. Es
evidente que su asesinato en la víspera electoral de 1994 frustra todo el
proceso modernizador del PRI y anticipa la salida del 2000.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vuelta del PRI con Peña Nieto en 2012 parece responder a
algunas de aquellas certezas frustradas: consciente de que ya no es un partido
hegemónico, el PRI trabaja para apuntalar a la figura presidencial y no para sí
mismo. Eso le ha permitido, en principio, retornar al poder y renovar la
dirigencia. Pero un tramo sustancial de la actualización doctrinaria colosiana
está pendiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un activo histórico del PRI fue (además de resolver la
sucesión) generar, financieramente, un ámbito intelectual autónomo (periodismo,
universidades, editoriales) de jerarquía académica para las representaciones de
izquierda cultural del país. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De esta manera el PRI evitaba incorporar a su alianza
política sectores sociales que tarde o temprano se reñirían con la filosofía
del partido nacional de masas (que no acepta la dimensión cultural de la
política como eje de la acción política) y resentirían las bases de su
hegemonía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero entrados los ´80 parecía peligroso confiarse únicamente
a la fidelidad de la operatividad burocrática y al mito revolucionario como herramientas
exclusivas de la representación: la ecuación clasista ya no explicaba
enteramente el comportamiento del votante y el PRI pagaba un costo alto para no
tener la batalla cultural “adentro”: clase media, asalariados formales,
docentes, y sindicatos cuello blanco
estatales eran expulsados voluntariamente del mapeo electoral.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El PRI actual corrigió parte de este déficit, pero persiste
aquella división histórica con la militancia estudiantil a niveles de
“populismo” y “fubismo” que no representan ya, ni en un caso ni en el otro,
sentires mayoritarios en la sociedad mexicana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese sentido, el desafío de Peña Nieto pasa por dotar de
contenido específico a ese liderazgo necesario que reclamaba Colosio como
indispensable. Las ejecuciones extrajudiciales y la desaparición de los 43
estudiantes de Ayotzinapa se inscriben en una serie de hechos preexistentes a
la gestión Peña Nieto, pero el impacto social que han tenido no puede atenuar
la responsabilidad política presidencial. La intervención federal, que fue
efectiva para reducir el brote de violencia narco en Michoacán, se demoró en
Guerrero e Iguala, y Peña Nieto bajó tarde al territorio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La crisis puede ser la oportunidad para que Peña Nieto salte
el cerco “institucional” del PRI y construya política por afuera. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El Pacto por
México funcionó bien: por ahí fluyeron la reforma educativa, la de Pemex, la
ley de telecomunicaciones que obligó a Carlos Slim a desinvertir (sin batalla
cultural de por medio), y se aprobaron el seguro de desempleo y la pensión
universal para mayores de 65 años. La que quedó trabada fue la reforma
impositiva para generalizar los gravámenes al consumo, una medida necesaria más
allá de su regresividad si entendemos que México es el país con menos presión
fiscal de América Latina en impuestos indirectos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La iniciativa política del PRI en el Pacto por México (PPM)
le permitió aliviar la falta de mayoría legislativa en esta era no-hegemónica,
y desnudó las falencias de la oposición: el PAN lógicamente dañado por los doce
años de desgaste federal, pero el dato político es la gran crisis de la
izquierda mexicana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">López Obrador abandonó el PRD luego de las elecciones y
fundó su nueva pyme electoral MO.RE.NA. para dividir aún más el voto
centroizquierdista. Cuauhtémoc Cárdenas acaba de renunciar al partido y lo dejó
en control de Los Chuchos, que bancan el PPM pero integran una casta dirigente
de tono acuerdista sin figuras atractivas desde lo electoral. Y la vinculación
directa de dirigentes del PRD en el caso de los estudiantes desaparecidos (el
intendente de Iguala y el gobernador de Guerrero) da cuenta de que la violencia
narco afecta a toda la clase política.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La cuantificación del costo político que terminará por
alcanzar a Peña Nieto se reflejará parcialmente en las elecciones estaduales y
legislativas de 2015. La tendencia parece ir menos hacia un voto castigo al PRI
que a un aumento del abstencionismo, lo cual documenta que la asignatura
pendiente del liderazgo es una oportunidad latente que Peña Nieto tiene al
alcance de la mano, pero que todavía no aprovechó.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-3498389625895919402014-11-12T09:30:00.000-03:002014-11-12T09:30:04.211-03:00Esas anchas avenidas<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Podría decirse que cada presidenciable se rige (hoy) por su
propia lógica de inserción a la disputa electoral antes que por la severidad
práctica de sus respectivos discursos políticos. Si las ventajas relativas que
los candidatos exhiben (<a href="http://optimusubprime.com/2014/10/11/los-intangibles-del-2015/"><span style="color: #990000;">Macri un proyecto opositor, Massa un liderazgo y expertise macroeconómica, Scioli un consenso continuista</span></a>) son verosímiles para tramos
significativos del electorado, lo que hay que determinar es cuál de esas
opciones puede aglutinar una mayoría relativa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese sentido, tanto Macri como Scioli han optado por una “fidelización”
del voto en función de estrategias que son concurrentes: afianzar el polo
oposición-continuidad para tratar de evitar drenajes en sus respectivas bases
electorales, antes que buscar la “liquidez” de las mayorías. Toda fidelización
es, por definición, a la baja. Scioli imbuido de dialecto kirchnerista, Macri
declamando que todo lo demás es peronismo: son estrategias conscientes de su
propio déficit de representación, y que de alguna manera, contribuyen a
sostenerlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente que Massa, por tributar a una lógica de
inserción electoral diferente a las otras, tenga una estrategia distinta, tanto
en el terreno del discurso como de la construcción política. El FR se origina
en 2013 como un desprendimiento del oficialismo y con un voto PASO donde la
base electoral se constituyó a partir de un voto poskirchnerista extraído al
oficialismo, a lo que se sumó luego el voto “desplazado” a campo panperonista,
tan progresivamente característico en el mapa electoral bonaerense, y que
podría calificarse como “voto opositor atenuado”, proclive a las anchas
avenidas. El desafío de Massa es instalar esa ecuación a nivel nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Podría decirse entonces que el caudal electoral de Massa no
se estructuró sobre la base de la polarización, y también que en general
ninguna mayoría silenciosa se basa sobre esos parámetros a la hora de votar. A
su vez, Massa es tributario de su propia lógica electoral al efectuar una
acumulación frentista de orden transversal que no está presente ni en el FPV ni en el PRO, y que en la política
posmoderna es importante a la hora “demostrar” la representación con la que
cuenta un proyecto de poder para amortiguar políticamente y sostener ese plus
de gobernabilidad que toda hegemonía que se inicia necesita en los primeros
meses de gobierno. Una transversalidad operativa es, antes que una muestra ideológica,
un síntoma de autoridad política. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En sentido opuesto, Scioli va con un esquema duhaldista de inserción
electoral que privilegia la ortodoxia defensiva. En el plano interno también
despliega un esquema ortodoxo al privilegiar una alianza relativa con los
gobernadores (muchos de ellos sin reelección, y por lo tanto sin incentivos)
que desecha el lugar de los intendentes dentro de la institucionalidad
peronista. Hace unos meses dijimos que la agenda política de los gobernadores
no es la misma de los intendentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el caso de Macri, se privilegia el esquema de “partido”
sin atisbo de acumulación frentista: un modelo “europeo” que ante el desorden
representativo del orden político argentino termina expresando limitaciones
representativas y territoriales que luego se reflejan en la índole de las
posibles alianzas políticas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En un cierto punto, la acumulación y control de orgánicas
diversas, y hasta contradictorias entre sí (el barro y la bosta) son la prueba
de la blancura para cualquier liderazgo que se precie de ser tal. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo,
tanto Scioli como Macri al recostarse sobre las capacidades instaladas de sus
respectivos “partidos”, parecen ir por un sendero contrario, donde la falta de
liderazgo limita la capacidad de representación, en total coincidencia con el
polo oposición-continuidad que pretenden usufructuar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esas mismas diferencias se verifican en la relación de Massa
y Macri con el panradicalismo. El dilema de la conducción nacional de la UCR se
debate entre aceptar la estrategia territorial o la del partido: ganar
gobernaciones o colar cargos. Concertación plural o frepasismo. En el fondo, se
trata menos de un problema ideológico que de construcción política. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como parte
de la estrategia a la baja del efepeveísmo, es lógico que de hacer el
panradicalismo un acuerdo, prefieran que lo haga con Macri. Pero como dijimos
hace meses, la índole de un acuerdo UCR-PRO no es aritmética, porque siempre
habrá un radicalismo de gestión (con pretensiones bipartidistas en el horizonte) que se irá con
Massa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si la discusión de la víspera en el efepeveísmo es si van con
candidato único a las PASO o dejan jugar, lo que entonces no estaba tan claro
era la marcialidad de los números partidarios por encima de la electorabilidad.
El fantasma de la PASO de candidatos por sobre la de partidos llegó a puerto
kirchnerista.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Oblicuamente, esta inquietud da cuenta del estado de situación de
la puja bonaerense entre FR y FPV y la eficacia de la reducción de daños en el
GBA, ya sin “fierros” provinciales y nacionales que incidan en la ecuación
municipal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es evidente que las PASO sirvieron para reducir la
testimonialidad del sistema de partidos pero que también crearon una dinámica propia
a cargo del electorado que las formaciones políticas “tardaron” en decodificar. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sotto voce, son cada vez más los dirigentes y militantes de todos los partidos
políticos (pero sobre todo, y ésta es la paradoja, de los más competitivos) que
advierten que el mecanismo tiene singularidades “no previstas” por el
legislador. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Desde que el sistema está en vigencia, el efepeveísmo como
partido de gobierno prácticamente no celebró la interna en los rangos
subnacionales, y en el 2013 el FR tuvo más primarias distritales que el partido
justicialista bonaerense; es por eso que la “estructura” piensa que hay que
recalibrar la lectura de la ecuación de electorabilidad-territorialidad que
emerge de las PASO. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esto explicaría también las reservas de los intendentes efepeveístas
a anticipar un apoyo explícito a Scioli, el jefe político del kirchnerismo
provincial y candidato presidencial de esa formación, a menos de un año de las
PASO. Para muchos de ellos está latente la experiencia de 2011, cuando los que
pidieron lista “dentro” de la interna cobraron peor que los que fueron con la
boleta muletta (o la boleta corta), una situación que da para que las
ambulancias extremen sus trabajos a medida que se acerque el cierre para las
PASO.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el plano económico, la tregua cambiaria expresa en qué
medida la macro permanece intocada, y por lo tanto, en qué medida cada vez que
Scioli habla de economía, habla de un wishful thinking y no de los datos duros
a partir de los cuales se construye una estabilidad económica para “airear”
cualquier hegemonía política. En ese campo, las ventajas de Massa con su legión
de economistas del partido del orden son evidentes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La baja del dólar con emisión de deuda en títulos del tesoro
dollar linked implica que las propias expectativas cambiarias que el bono
genera se transfieren más allá de diciembre de 2015, con una lógica de
endeudamiento bastante “lesiva” para las finanzas públicas (con dollar linked
suelen hacer sus endeudamientos forzados Scioli y Macri) que le agrega
presiones devaluatorias al próximo gobierno. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Muchas veces la pax financiera se
logra en base a la caída de la economía real.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La paradoja es que el gobierno de
Cristina no pueda sofisticar su macro para oxigenar el poder adquisitivo por la
vía tributaria, ya que el asalariado va a “financiar” estos papeles a 8,50. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por
el momento, con las cotizaciones del bono de ypf no se come, no se cura, ni se educa.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-36673682531472840292014-09-28T10:00:00.000-03:002014-09-28T10:00:02.807-03:00Ellos no usan smoking<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijYEFymS4LFe8TpFIB9YniwLG0SfDBuZokPmrRC391CrDX1JVYvnRaU7NX5U8eZ-XLmuXhdt81TO3jrqVWymgSmQ8H1jiRDRJiKwWmtxlU5t6bycBXomy0Y3g-sayVeDXRFjrXGcHEHrg/s1600/Marina+Silva+1989.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijYEFymS4LFe8TpFIB9YniwLG0SfDBuZokPmrRC391CrDX1JVYvnRaU7NX5U8eZ-XLmuXhdt81TO3jrqVWymgSmQ8H1jiRDRJiKwWmtxlU5t6bycBXomy0Y3g-sayVeDXRFjrXGcHEHrg/s1600/Marina+Silva+1989.jpg" height="400" width="281" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El aprendizaje político de Lula maduró cuando las derrotas
electorales eran el santo y seña de una carencia: con el partido sindical no
alcanzaba. El PT se transforma en un partido político cuando se corre hacia el
centro: atenúa su vínculo originario con los movimientos sociales, coopta dirigentes
y partidos a la centroizquierda atomizada que le hacía perder elecciones (la
incorporación de Dilma es fruto de este proceso) y arma una coalición con
partidos que antes estaban fuera de la órbita operativa de la izquierda
brasileña (la vieja guardia partidaria nacida con el posgetulismo).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Después de una década de hegemonía, el PT mantiene niveles
de adhesión significativos. Pero ya pasado el pico distributivo, parece haber
una sensación: que Rousseff no puede ofrecer cuatro años mejores a los cuatro
discretos que se terminan este año. La canción ingrata de la clase media
lulista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La aparición casi fortuita de Marina Silva parece
capitalizar parte de esa sensación, pero también puede ser la expresión del
reencuentro con una idiosincrasia política añorada, algo inasible (y acaso
mítico) que también juega un papel a la hora de votar. Sería más fácil sesgar
el análisis y decir que Maria Osmarina Silva es el caballo de troya del
establishment brasileño, pero las cosas parecen menos lineales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Negra, analfabeta, mucama, campesina. Marina también es una
hija del Brasil. Se forma políticamente con Chico Mendes y con él fundan la CUT
y el PT en su pueblo, y hace la carrera política en el partido. Marina es un
cuadro político (lo que implica beber de las aguas imprevistas del carisma) y
en ese sentido lo es más que Dilma. Y es también la expresión de una anomalía
(similar a lo que fue Lula), de una filtración en una clase política brasileña
muy elitista y profesionalizada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La idea del “engaño ideológico” de Silva al electorado
estaría mediada entonces por una pregunta previa: ¿sabemos qué está buscando el
votante brasileño en esta elección? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En los actos de campaña, Marina Silva no solo no critica a
Lula (sí a Dilma), sino que lo enmarca sutilmente en una historia común, y casi
en un giro gracioso lo evoca como el marido que abandona la casa conyugal.
Marina parece pendular: a izquierda hace guiños de autenticidad que
evidentemente molestan al petismo y a derecha (porque como opositora electoral,
su eje de disputa de votos es con el PSDB) despliega ortodoxia económica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo, su veta a la vez ambientalista, progresista, evangélica
y honestista tornan difícil determinar sobre que nichos sociales permea su
candidatura; es evidente que en términos de “programa político” su discurso es
bastante contradictorio, y esta debilidad puede terminar inclinando la balanza
hacia Dilma. Pero también es cierto que ningún votante elige estrictamente un programa
político cuando entra al cuarto oscuro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Más allá del resultado, lo cierto es que el overshooting
electoral de Marina Silva (que tenderá a caer y estabilizarse en 1º vuelta) es
la representación de que a Dilma y el PT les está faltando lulismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para Argentina sea Dilma o Marina,<span style="color: #990000;"> <a href="http://analyticaconsultora.com/analytico/?p=411"><span style="color: #990000;">no cambia nada</span></a></span>. El
Mercosur está frizado y la bilateral comercial tiene exportaciones cayendo
desde 2011. Cuando Marina culpa a la Argentina por el estancamiento comercial,
en realidad dice aquello que Dilma sottovocea. Uno de los asesores económicos senior
de Lula-Dilma, el heterodoxo Luiz Gonzaga Belluzzo (el otro es Antonio Delfim
Netto, ministro de la dictadura) dice que el problema es la escasez de dólares
de Argentina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como decíamos <a href="http://desiertodeideas.blogspot.com.ar/2014/03/back-in-usa.html"><span style="color: #990000;">hace un tiempo atrás</span></a>, la relación con Brasil
necesita de una postura más activa y agresiva del gobierno argentino. Sea con
Dilma o Marina, Brasil va a explorar planes B (BRICs, UE, AP, EEUU) que sean
acordes a su economía de escala, que obviamente, no es la de Argentina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese sentido, y más allá de la interdependencia estratégica
que se necesita con Brasil, Argentina tiene que explorar y<a href="http://optimusubprime.com/2014/09/24/imperio-o-la-ultima-frontera-argentina/"> <span style="color: #990000;">explotar su finita ventana</span></a>
de oportunidad para materializar instancias de desarrollo, y eso implica una
política comercial activa con economías dentro de escala (África, los emergentes
asiáticos medianos, India). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Que en el plano regional la cooperación entre los países se
asiente cada vez más en organismos como Unasur y Celac para coincidir en
declaraciones políticas y se innove poco en la dinámica comercial de Mercosur
(de ahí la ventaja relativa que sacó la AP), es tal vez el síntoma de un cambio
en el proceso económico regional que se va imponiendo más allá de las rupturas
o continuidades políticas que se produzcan en los gobiernos de Brasil, Argentina
y el resto de la región, y donde la integración tendrá que avanzar más allá de
las diferencias políticas: la economía así lo va a reclamar.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7589946829199614360.post-2924918233778764142014-09-24T09:30:00.000-03:002014-09-24T09:30:00.816-03:00La mano invisible del Estado<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Fuera del malabarismo monetario del BCRA, no se ven “esfuerzos”
del Estado en el manejo de la economía que permitan pensar, de manera viable,
en un modelo económico “más allá de 2015” desde el oficialismo en una faz
estrictamente continuista como la que predican, al menos implícitamente, todos
los precandidatos efepeveístas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por coyuntura, pero también por decisiones políticas,
Cristina avala un rumbo económico que se indispone con el “trayecto” que piensa
para sí el partido del orden, y por lo tanto, que también se indispone con la
zona social donde gravitaría una representación mayoritaria luego del 2015.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La paradoja: el kirchnerismo “maneja” la economía hoy pero
se excluye del debate por la economía que viene, justo cuando esta última es la
que genera la construcción de expectativas políticas en la población.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quizás no sea tan llamativo que el kirchnerismo se excluya de
la “promesa neodesarrollista” que aparece en el horizonte del 2016 como una
zona más ambigua donde los presidenciables van a expresar la disputa entre “heterodoxias”
más o menos eficaces (Frondizi como significante vacío) y no tanto la batalla
final entre un modelo distribucionista y una regresión neoliberal, si
entendemos que la política económica que aplica y avala Cristina (y por lo
tanto el fpv como partido de gobierno) es conceptualmente contraria a aquella “promesa”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En este sentido, la actual conducción económica del gobierno
expresa <a href="http://www.iade.org.ar/modules/noticias/article.php?storyid=795"><span style="color: #990000;">una histórica impugnación conceptual</span></a> a la macro neodesarrollista, lo
cual explica gran parte de las medidas económicas que se vienen tomando desde
2010-2011 y que terminaron por autogenerar un escenario de restricción externa
totalmente incompatible con la expertise económica del partido del orden. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La histórica predilección de Kicillof por el tipo de cambio
real bajo (un punto de partida que en las economías subdesarrolladas no deja
margen para el crecimiento acelerado inicial que se necesita para robustecer la
macro y poder “derramar” y distribuir con cierta estabilidad) expresa una cierta
visión conservadora de la capacidad expansiva de la producción, de la capacidad
estatal para “transferir” PBI a exportaciones e inversión (dólares) y por lo
tanto, de la capacidad “política” para <i>controlar</i>
la demanda interna. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El desinterés por gestar políticas que trabajen sobre esas
variables quizás explique también por qué el equipo económico de Cristina
considera que la puja distributiva es una constante irresoluble que no merece
atención política ni aun en el actual tramo inercial del ciclo inflacionario.
En un plano más político, quizás también explique por qué el kirchnerismo se
quedó sin alianzas sindicales que fueron constitutivas para “manejar los
tiempos” de la distribución en el 2003.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay otras creencias del equipo económico del fpv que
contribuyen a la realidad recesiva: desconfiar de la incidencia del tipo de
cambio real alto en las elasticidades del comercio exterior, desvincular
demanda e inflación (promover el siga-siga al costo de la restricción externa,
con mayores costos que beneficios en el poder de consumo y sin un cálculo
político certero, ya que la elección de 2013 la perdiste igual), sobrevaluar la
incidencia de las retenciones en el desacople “antiinflacionario” del precio
internacional de los commodities, y considerar que el mercado interno se
autosustenta sin elementos externos (sin dólares), una visión que, sí,
funcionaba en los ´50 y ´60.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se tratan de demasiadas variables reales desechadas en favor
de una planificación estatal vía micro-cambios múltiples que “compensarían” la
apreciación cambiaria real y su inherente crecimiento bajo como vía hacia la
industrialización, pero que el gobierno ni siquiera implementó embrionariamente,
básicamente porque se “muerde la cola” con el tipo de cambio bajo que Kicillof
prefiere. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Además, la teoría de la planificación estatal implica un
Estado virtuoso y sin fondo que financia todo aquello que el sector privado
abandona, en vez de asumir una mirada más realista que contemple las propias
limitaciones financieras del Estado y una intervención directiva más panorámica
que pueda “anticipar la jugada” en el mercado, ante la virulencia rentista de
los empresarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la promesa neodesarrollista de los presidenciables
habita, aun con las limitaciones del caso, una discusión más concreta de la
relación entre el Estado y la economía, que requiere de una conducción política
que arme una concertación sindical mucho más profunda que un mero pacto social:
el próximo presidente deberá generar una alianza política que refleje el corte
transversal que existe dentro de la dirigencia sindical peronista en favor de
una generación intermedia que llega a la conducción de los sindicatos con una
nueva agenda que supera largamente la simple negociación de una paritaria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las garantías distribucionistas ya no se colman con el % de
una paritaria ni con la guita que pone el Estado por las asignaciones directas.
El statu quo sindical que banca la recidiva cristinista ya expresa problemas de
lectura política (Smata pidiendo palo para los troscos por su propia defección
basista) que el próximo presidente deberá reconducir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aún cuando invoque una “agenda de desarrollo”, Scioli está
inmerso en una continuidad subordinada al tempo económico axelista que sufre
toda candidatura efepeveísta. Pero además su propio proyecto naranja basado en
la minería para todos (sin una Codelco que le otorgue viabilidad al proyecto)
tiene una tendencia reprimarizadora que choca contra la lógica desarrollista y
no sutura la absorción de empleo que reclama el mercado interno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Así es como Massa aparece tensionando en ese rubro con el
oficialismo, por las señales que envía con su equipo económico en favor del
tipo de cambio real alto por un lado, y la renovación sindical por el otro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Macri podría sumarse al lote si dota a su ponderación
frondicista de ciertas posturas concretas; de Massa lo separa una línea clara,
que es la misma que separó a Lavagna de Prat Gay en 2003: Macri parece más
partidario de metas de inflación rígidas con tipo de cambio libre (es decir,
bajo y desenganchado del mercado interno) mientras que Massa va a unas metas
flexibles de inflación con tipo de cambio administrado. En el fpv parece claro
que sea Scioli o no, se prefiere un tipo de cambio bajo y atrasado que se “corregiría”
con planificación estatal y alta dominancia fiscal, bajo una creencia errada (y comprobada en estos años que llevaron a la restricción externa y la recesión con alta inflación):
que el voluntarismo en la micro modifica el comportamiento de la macro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En un punto, esta
discusión de “heterodoxias” está subordinada a una necesidad estrictamente
política: saber cuál de estas propuestas, técnicamente, combina mejor los
mayores ratios entre crecimiento económico y años de estabilidad, teniendo en
cuenta que ya no habrá expansiones de PBI, empleo y distribución tan rápidas
como las de 2002-2003.</span><o:p></o:p></div>
Lucianohttp://www.blogger.com/profile/01725955614326606966noreply@blogger.com